1. ‘Por un día no pasa nada, ya retomas mañana’. El problema es que al final la dieta se convierte en un bucle infinito de ‘un día es un día’ y todos los lunes vuelves a empezar y allá por el miércoles lo dejas. Siempre hay una excusa en forma de cumpleaños, ascenso en el curro, ruptura con el novio o celebración familiar. ¿Os suena eso de ‘de perdidos al río’? Pues después del día de fiesta viene otro, y otro, otro y así hasta que abandonas definitivamente. Por un día SÍ PASA.
2. ‘A ver si te vas a pasar y te vas a quedar escuálida’. Esto te lo suelen decir tus ‘amiguis’ cuando ven que ya no estás tan gorda como antes y les empieza a entrar el pánico. No lo hacen por mal, pero es que tener una amiga más gorda que tú siempre resulta un maravilloso escudo protector y es como un vestido negro, te hace parecer a ti más delgada. ¿Quién quiere perder eso?
3. ‘Pero si no te queda nada, mujer. Pero si no te hace falta’. Ellos dicen que no lo necesitas pero tú claramente puedes jugar a los ventrílocuos con tus michelines. Hay algo que no cuadra…
4. ‘La clave está en _______’. Todo el mundo tiene la clave. Dadme la maldita puta clave.
5. ‘Qué dieta ni qué dieto. Te quitas el pan y listo’. De repente en tu entorno todos son endocrinos y nutricionistas. Todos tienen la clave para que adelgaces y tú debes de tener cara de imbécil, porque se tiran el día dándote consejos como si tú no llevaras toda la vida preocupada por lo mismo y no fueras una enciclopedia con patas sobre temas de kilos. ¿Acaso no has pensado que quizás el pan es lo primero que me he quitado? Argh.
6. ‘Eso con un poco de deporte lo bajas’. ¿Tú crees? ¿Qué tal un poco de rítmica con tacos mexicanos XXL? ¿Crees que me ayudaría a fortalecer brazos? Comer y agilizar, todo es empezar.
7. ‘Pero esto <inserte aquí alimento grasiento o en su defecto cargado de hidratos de carbono> no engorda, ¿no?’. Porque amichis, la gente delgada cree que el arroz no engorda, que la pasta no engorda, que el pan, si es integral no engorda. Irsus todos a la mierda.
8. ‘Ojalá tuviera tu fuerza de voluntad’. Dicen esos odiosos seres de metabolismo rápido mientras se relamen las comisuras de los labios. Ojalá yo pudiera abrirte en canal y robarte el speedy metabolism ese que te gastas, pero desde el cariño, ¿eh?
9. ‘Bueno, pero tú no estás como esa (hablando de otra persona con sobrepeso)’. Lo gracioso es que tú probablemente SÍ estás como esa o puede que incluso más. De estos mismos amigos también vienen frases como: ‘pero no es lo mismo, tú estás proporcionada’. Proporcionada mis cojones.
10. ‘¿Pero tú no estabas a dieta?’ Porque sí,los demás se pasan la vida diciéndote que no te hace tanta falta bajar de peso, que estás estupenda, que por un día no pasa nada, pero cuando llega el momento en el que te apetece darte un homenaje y meterte a la boca un buen bocado de lo que sea, ahí está el listo de turno para recordarte que no deberías y hacerte sentir mal. ¿Pues sabéis que os digo?
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