La piel es el órgano más grande del cuerpo y el que más visiblemente muestra los signos de los malos hábitos. Está en constante renovación, pero necesita mantener unas óptimas condiciones de hidratación, lubricación y oxigenación para seguirnos el ritmo. Y si tus piernas o tus codos (esos grandes olvidados) necesitan atención… ¡imagínate tu cara! Qué importante es cuidarla a diario… ¡y qué inconstantes somos! Nos da pereza… Pereza nivel “Voy a dejar que me crezcan las raíces negras hasta que se conviertan en mechas californianas”. ¡¡EEEERROOOORRR!!

Si quieres mantener una bonita y larga amistad con tu piel, necesitas una rutina diaria. Seguro que tenerla la tienes… ¡pero también hay que seguirla, amiga! A mí, personalmente, no me queda más remedio. Tengo una de esas pieles quejicas y tocapelotas que se rebelan con facilidad al menor descuido, así que he asimilado estos pasos como parte de mi día a día.

BELLA POR LA MAÑANA:

1. LIMPIAR:

Salvo que seas un personaje de Disney, no te despertarás fresca y sonrosada como una flor de primavera.

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¿Por qué? Porque la renovación celular se acelera mientras duermes. Tú habrás descansado, pero tu piel ha estado trabajando toda la noche y necesita que le eches una manita para eliminar las células muertas, el exceso de nutrientes y las toxinas generadas durante la noche. Además de los restos de babilla y de la marca de la sábana en el moflete, que tampoco favorecen nada. Lo que viene siendo la “mugre mañanera”, vamos…

Como yo soy de las que pasa por agua nada más levantarse, prefiero utilizar una limpiadora suave sin aclarado: las famosas aguas micelares. ¡Ojo! No confundir con agua termal (que sólo calma e hidrata) o con un tónico (que refresca y reequilibra, pero no limpia). Como su nombre indica, el agua micelar contiene “micelas”, agrupaciones de moléculas con capacidad para encapsular otras moléculas, principalmente lípidos. Es decir, que al aplicarla sobre la piel, el agua micelar asimila la “mugrecilla mañanera” llevándosela consigo a su paso.

¿Recomendaciones personales? Sin duda “Sensibio H2O” de Bioderma es una de las más vendidas del mercado, y por buenos motivos. Excelente relación calidad precio, efectiva y apta para piel sensible. Para pieles mixtas grasas, como la mía, puedes optar por la versión “Sebium H2o” de Bioderma o “Effaclar” de La Roche Possay.

Aguas micelares

En los casos de piel muy grasa, el agua micelar podría no ser suficiente. Existen limpiadoras específicas muy respetuosas con la piel, como “Cleanance” de Avène o “Stop Akn” de Babé. No obstante, aconsejaría una visita al dermatólogo antes de asaltar la farmacia.

2. HIDRATAR:

Contorno ojos

¿Crema específica sí o no? La piel del contorno de ojos es mucho más fina y con menor nivel de capilarización que la del resto del rostro, lo que hace que sus necesidades de hidratación sean diferentes. Por eso es importante que la crema que se utilice en esta zona sea ligera, no grasa y, por supuesto, que no irrite. Si tu hidratante facial cumple con estos requisitos y te ha funcionado hasta ahora, pues adelante con ello. ¡¡No sucumbas a la presión social!!

Si, en cambio, existen problemas adicionales como ojeras, bolsas o las benditas patas de gallo de los que no consigues librarte, entonces sí que sería recomendable optar por una crema específica para contorno de ojos. En mi batalla personal contra las ojeras he probado algunas que me han ido fenomenal, como “All about eyes” de Clinique o “Fast response eye cream” de MAC; pero, a día de hoy, la que no falta en mi neceser es “Roll-on de colágeno” de Thalgo.

contorno ojos

Rostro

Cada cara es un mundo… o 2 si tienes la piel mixta. Hay caras con suerte a las que les viene bien todo lo que les echen y otras que requieren más indagación. A la hora de elegir una hidratante, resulta conveniente empezar por las fórmulas más simples y, a ser posible, las de las marcas más asequibles. Durante muchos años, mi crema favorita ha sido “Aqua Sensation” de Nivea. Y un pajarito me chiva que para su carita guapa, la “My Cream – Crema facial hidratante matificante” de Les Cosmètiques (sí, sí, la de Carrefour) funciona mejor que la leche de burra, oiga. No hay que ponerse snob con estas cosas, porque nunca se sabe cuál puede ser ser el elixir de belleza para ti. Sin ir más lejos, la OCU ha testado 14 cremas anti-arrugas en su laboratorio y ¿sabes cuál es la mejor? La «Crema de Día Q10» de Cien… ¡¡LA DEL LIDL!! Ahí queda eso…

Por último, está “Superdefense” de Clinique, a la que le soy más fiel últimamente, desde que asumí que había entrado ya en la treintena. La probé por aquello de prevenir “los primeros signos de la edad”, pero he de decir que es la crema que mejor resultado me ha dado hasta la fecha para mi piel ultra-mixta sin tener que alternarla constantemente con otros productos.

Mosaico hidratantes

En resumen, que sobre cremas, cada una podría escribir una enciclopedia personal. Lo fundamental es que utilices una hidratante SIEMPRE.

Importantísimo: Si tu hidratante no protege de los rayos UVA y UVB, utiliza un protector solar con un SPF adecuado. Haga sol o esté nublado. No salgas de casa sin él y reaplícalo a lo largo del día si es necesario.

BELLA POR LA NOCHE

1. DESMAQUILLAR

Esto no debería considerarse ni parte de la rutina. Te desmaquillas cada noche igual que te desvistes para ponerte el pijama o meterte a la ducha.

El producto que utilices debería ser adecuado, no sólo a tu tipo de piel, sino al maquillaje que te hayas aplicado.

Si tu look habitual es un “cara lavada” o el famoso “no-makeup makeup” (pero que sí llevas makeup, pillina, que lo sé yo), la misma limpiadora que utilices por la mañana puede ser más que suficiente para la noche.

Si, por el contrario, has incluido maquillaje de larga duración o waterproof en tu repertorio del día, necesitarás un producto más contundente que realmente disuelva la película que forma el maquillaje. O eso, o dejas tu huella en la almohada para la posteridad.

Yo no suelo utilizar ese tipo de maquillaje, pero… el día que toca sacar las pinturas de guerra… ¡se sacan! Y cuando llego a casa, me espera la caballería: el bálsamo desmaquillante “Ultrabland” de Lush y los paños de muselina. Extiendo ½ cucharadita del bálsamo por todo el rostro, masajeo bien, insistiendo en las zonas más maquilladas y, después, retiro con el paño de muselina húmedo. El porqué de la muselina es pura economía: me encanta ese desmaquillante, pero gastar medio paquete de discos de algodón para retirarlo me causaba dolorcito de corazón.

Utilizo el mismo producto para todo el rostro, pero si tienes los ojos sensibles, puedes probar con un desmaquillante específico. En mis épocas de uso y abuso de lentillas, los que mejor que me han funcionado han sido los de parafarmacia, como “Gel desmaquillante de ojos” de Belcils, “Desmaquillante Bifásico Ritual care” de Sensilis o “Respectissime” de La Roche Possay.

Desmaquillantes ojos

PUNTO CONFLICTIVO: TOALLITAS DESMAQUILLANTES

Para mí, son un gran NO-NO. Sólo eliminan la parte más superficial del maquillaje y remueven el resto sobre la cara. Tengo siempre un paquete de “Toallitas espumosas” de Olay en casa, pero las reservo para casos de extremísima necesidad del tipo “Salí de casa como una princesa y vuelvo como Amy Winehouse”

1bis LIMPIAR

Ojo, que no es lo mismo que desmaquillar. Si tu maquillaje es ligero y tu piel no es excesivamente grasa, habrás matado 2 pájaros de un tiro con el paso anterior. ¡Viva! Pero en esas ocasiones en que te des un extra de chapa y pintura, viene bien una pasadita de tu limpiadora habitual para asegurarte de que eliminas cualquier rastro que haya podido quedar.

2. TONIFICAR:

Entramos en otro punto conflictivo. Hay quien los considera vitales y quien no los ha utilizado nunca, ni falta que le ha hecho. Como cualquier producto, el tónico se reviste de un aura de mitificación. Reestablece el pH de la piel, favorece la absorción de la hidratante, minimiza los poros, ilumina, unifica, matifica y te hace la declaración de la renta mientras prepara la merienda de tus hijos. Mira… pues no me lo trago.

Yo sí utilizo tónico habitualmente, simple y llanamente porque me gusta la sensación que produce en la piel, sobre todo después de una exfoliación o una mascarilla purificante, por ejemplo.

Para aquéllas que, como yo, no puedan pasar sin él, aconsejo un tónico que no sea muy astringente, ni siquiera en el caso de pieles grasas. Éstos eliminan la capa de protección natural de la piel, lo que no sólo la irrita, sino que causa que la piel produzca más sebo para suplir esa deficiencia.

Algunos tónicos suaves que me chiflan son “Tónico de Rosa Mosqueta” de Babaria, “Tónico Facial Hidratante” de Bobbi Brown y “Spray misty for me” de Anatömicals.

Tonicos faciales

3. SERUM

El Serum: el nuevo must de toda rutina de belleza. Un producto indispensable… hasta que llegue otro potingue que añadir a la lista. Debo decir que me molesta profundamente esta nueva moda de los tratamientos antiarrugas para pieles de 25 a 35 años (porque, queridos publicistas de Shisheido, con 35 ERES JOVEN). ¿Qué será lo siguiente? ¿Serum de Jonhson’s Baby para lactantes?

–      Uy, uy… su nena necesita un serum para combatir los radicales libres a la de ya.

+   ¡Si tiene 15 meses!

–      Pero podría aparentar 12

 

Vivimos una época de frenesí anti-age y se nos puede ir un poco la pinza con el tema. Envejecer vamos a envejecer. “Y si no, malo” que decía mi abuela. El mayor favor que podemos hacer a nuestra piel para no acelerar el proceso es mantenerla siempre hidratada, protegerla del sol y adoptar una buena alimentación rica en frutas y verduras manteniendo a raya los excesos (tabaco, alcohol, grasas trans y vicios varios).

Entonces, ¿es todo una engañufla? No, claro que no. Para tratar un problema concreto de la piel, ya sean arrugas, manchas, descamación, etc., en mi opinión no hay nada mejor que un serum. La concentración de principios activos y la capacidad de penetración en la piel es superior al de las cremas hidratantes, por lo que actúa más efectivamente sobre el problema que queremos atajar. Si lo necesitas, es preferible invertir dinero en un buen serum de tratamiento y después utilizar una hidratante básica (y de módico precio). Repito: SI LO NECESITAS

Muestras aparte, no tengo ningún serum en mi repertorio de momento. Sí que estoy considerando empezar a utilizar un corrector de manchas después del verano.

4. HIDRATAR

Por la mañana, por la nosshe y cuando haga farrta.

Ésta es mi propuesta de rutina diaria. Las hay de todos los colores y para todos los gustos. Es cuestión de dar con la que a ti te funciona. Las claves son:

PROBARE-COMPROBARE-COMPRARE

Nunca, nunca, nunca incorpores un nuevo producto a tu rutina sin haberlo probado antes en una pequeña parte del rostro. Lo que para otros es la panacea, para ti puede resultar como un peeling de lava incandescente. Que no te dé vergüenza probar el producto en la tienda o pedir muestras. ¿Acaso no te pruebas un pantalón antes de pasar por caja? Pues lo mismito es.

STRIP DOWN TO BASICS

Claro que la piel agradece todos los mimitos que le des, pero si tu vida es una vorágine de curro, coche, casa, familia, amigos, niños o una combinación de todo lo anterior… SIMPLIFICA: DAR SERA… PULIR SERA… Digoooo, limpiar e hidratar. SIEMPRE.

DALE A TU PIEL LO QUE NECESITA

Todas las pieles tienen sus días. Una piel grasa puede tener problemas puntuales de sequedad y deshidratación. Y una piel normal puede despertarse una mañana con más brillos que un vestido de “Noche de Fiesta”. Por eso, puede venirte bien tener a mano productos alternativos a los que utilizas diariamente para equilibrar esa diferencia. Y no, no hace falta que conviertas tu baño en un almacén de Sephora. Basta con elegir bien ese producto alternativo: una limpiadora un poco más astringente para los días en que tus hormonas te regalan un par de volcanes en la frente… una crema un poco más hidratante que la que usas habitualmente para el duro invierno… En fin, ya tú sabe’

EVOLUCIONA

Las necesidades de tu piel irán cambiando con el tiempo. El día en que tengas que comprar tu primera crema anti-edad, que no te tiemble el pulso, que tú serás una princesa hasta el día en que te mueras.

Amy tiara