Un día te levantas en medio de esa gran etapa en la vida de toda persona llamada adolescencia y de repente te das cuenta de que tu pelo ya no es el mismo que era.

Adiós a esa larga melena que podías llevar al viento y que sólo con lavar una o dos veces por semana se veía suave y sedosa…pero sobre todo se veía limpia!

 Malditas hormonas! Culpables de todo esto…pero dado que es algo con lo que nos ha tocado vivir, mejor aceptarlo y ver que opciones tenemos.

Ante todo hay que tener en cuenta que el tener el ‘pelo graso’ no es una propia cuestión del pelo en sí, sino que tiene más que ver con el cuero cabelludo. En función de cómo sea el nuestro, tendremos un tipo u otro: seco, normal o graso.

Es difícil convivir con un cabello graso, este tipo de cabello da un aspecto descuidado cuando simplemente se trata de un proceso natural. En las raíces del cabello, en el cuero cabelludo, se encuentran las glándulas sebáceas que cuando producen un exceso de sebo pueden ahogar la raíz capilar, causando una caída excesiva del cabello o la aparición de caspa. Además por supuesto de ese aspecto tan desagradable y de ‘sucio’. Esto es todavía más exagerado si además tu pelo es fino (premio!), y en cada folículo capilar puede haber más de un pelo y al ser más fino además hace que el pelo se levante menos del cuero cabelludo (pesa menos) y que por tanto la grasa se note más (yuhuuuu!).

Y aunque ahora, las gurús de lo «fashion-in» quieran vendernos una moda un tanto estúpida de que lo más ‘cool’ es llevar el pelo como sucio y sin peinar, con aspecto graso…¿hola? ¿Nos hemos vuelto locos? desde Loversize nos negamos a aceptar esta tendencia.

Después de una vida dedicada a probar TODOS y cada uno de los remedios ofrecidos contra la grasa capilar he de deciros, sintiéndolo mucho, que NINGUNO funciona realmente. Seguramente si tenéis un cabello graso, esto ya lo sabíais y no he venido a contaros nada nuevo. Lo que sí quiero aportaros aquí es una serie de consejos que os ayuden a convivir con esta circunstancia, además de tirar por tierra unos cuantos falsos mitos.

  1. Lávate el pelo cuando lo necesites.

Mira, uno de los errores más comunes y que además podréis encontrar en millones de revistas, webs, blogs, foros etc. es la gran tontería esta de que tu pelo se vuelve graso porque lo lavas demasiado. Rotundamente NO.

Si tu pelo está sucio, has de lavarlo con más frecuencia. No se te va a regular aunque dejes de lavarlo una semana, ni 10 días…como alguna gente cuenta. Creedme, de adolescente lo intenté…intenté aguantar lo máximo posible con la experanza de esta promesa, recogiéndome el pelo desde el día 2 para tratar de dar el mínimo asco posible…y aguanté 8 o 9 días y os aseguro que el esfuerzo no mereció la pena. Desde el día 3, mi pelo se veía de lo más grasoso, me picaba la cabeza, me sentía sucia y hasta yo sentía que me olía. Un verdadero horror! Y no, ni mejoró, ni se me autorreguló. Fail.

Emma-Stone-Easy-A-Singing-in-Shower

  1. Lávate el pelo con agua templada o fría y no masajees excesivamente el cuero cabelludo.

A ver…con agua fría fría, como no sea en verano, es difícil, pero si nos lavamos la cabeza con agua muy caliente, estamos favoreciendo la producción de la grasa, y si además frotamos demasiado el cuero cabelludo, todavía más.

Lo ideal es lavártelo con agua templadita y, eso sí, finalizar con un chorrito de agua fría, que además ayudará a cerrar la cutícula y hará que tu pelo se vea más brillante.

Lo de la temperatura también se aplica al secador. Un calor medio será siempre mejor. No lo pongas a tope aunque tardes un poquito más.

  1. Creer que un champú anti-grasa será la solución a tus problemas. Error.

Estos champús, por mucho que digan, no van a obrar el milagro que esperas. Puede que sean más agresivos y arrastren más la grasa en el momento, pero lo más que conseguirás utilizándolos a diario es irritar mucho tu cuero cabelludo, que en el caso de que sea sensible como el mío (de nuevo…premio!), hará que se te ponga rojo, te pique, se te escame e incluso si los utilizas en demasiados lavados esta irritación se extienda hacia la frente, patillas, cuello…creedme cuando os digo que no mola nada.

Si tu cuero cabelludo no es tan sensible, o tienes un pelo más grueso que te lo permita, puedes probar a alternar este tipo de champú con otro más neutro y suave y utilizar el específico anti-grasa una vez por semana…aunque no te garantizo que notes demasiada mejoría (en mi caso, ninguna).

  1. Las cremas y mascarillas…en justa medida.

Importante por supuesto, no añadir más leña al fuego ardiente…de modo que si nuestro problema es que el pelo ya se nos apegota demasiado y no está para nada seco en nuestras raíces…no vayamos a contribuir con más potingues.

Sin embargo, nunca nos podemos olvidar de utilizar una pequeña cantidad de estos productos en medios y puntas. Muy importante. ¿Por qué es tan importante? Pues una de dos, porque seguramente aunque tengas un cuero cabelludo graso…tu pelo luego (maravillas de la naturaleza) sea más seco que la mojama!; o porque a pesar de no ser tan seco, con los productos antigrasa o lavándolo tan a menudo, tu pelo (en medios y puntas) se reseque demasiado y necesite de estos otros cuidados.

5-hair-washing

  1. No te peines!!

En realidad no es que no te peines, pero sí que intentes hacerlo lo mínimo posible, y siempre intentando evitar las raíces. De este modo conseguirás que la raíz quede levantada por más tiempo y por tanto que el pelo no se engrase tanto, y a la vez evitarás que esa grasa que se adhiere en las raíces se extienda por el resto del cabello…de modo que el efecto ‘grasoso’ sea todavía mayor. Seriously…don’t!

rapunzel peinandose

  1. El flequillo no es tu amigo

Lo siento si te encanta, te queda genial o es la última moda pero nunca os llevaréis bien. Flequillo + frente+ grasa = no bueno.

Ya te lo digo yo que será tu peor pesadilla, pero si sigues empeñada y no lo puedes evitar…utiliza el truqui: lavarte sólo el flequillo. Es decir, si tu pelo aguanta más o menos 2 días o incluso un tercero (impostora! Si te dura 3 días no es graso!!!), y para no tener que lavártelo todo cada día…al segundo, lávate sólo el flequillo y conseguirás ganar un día o unas horas más…

  1. Ni el champú de ortiga, ni lavarte con agua con limón, ni con infusión de menta, ni…

Qué no! Que me da igual donde lo hayas leído o quién te lo haya contado. Que no te engañen: no hay remedios milagrosos. No existen!  Os puedo jurar y perjurar que los he probado todos! TO-DOS.

Ni manzana, ni mascarilla de yogurt, ni champús de arcilla, ni champú de bebé, ni anti-grasa, ni de volumen, ni el de Klorane, ni Durcray, ni ningún otro champú de farmacia o que os recete un dermatólogo…

Os aseguro que cada uno de ellos sólo contribuyó un poquito más a aumentar mi decepción. Probadlos si no me creéis, pero si lleváis muchos años como yo con esta batalla, sabréis de lo que os estoy hablando y que la guerra está perdida de antemano.

  1. ‘El truco del almendruco’.

No recuerdo si lo saqué de algún sitio o si se me ocurrió a mi sola un día de aquellos, cuando de adolescente estaba batallando una vez más con mi pelo. El caso es que después lo he visto ya en algún sitio más…pero lo importante es que este apaño realmente nos puede sacar de un apuro: Polvos de talco.

Un poquito sólo, espolvoreado por la raíz y sacudido después. Absorbe la grasa y evita que el pelo tenga ese aspecto tan apegotado. Sólo una pequeña cantidad que nos ayude a disimular un poco el efecto de la grasa, pero no demasiado porque el pelo se nos vería demasiado blanco y mate. Nos puede salvar más de una situación.

Hoy en día también se venden en el mercado los llamados ‘champú en seco’, que sirven para esto mismo…pues no dejan de ser un aerosol con talco y más o menos aromas para aplicar en tus raíces en estas circunstancias. Eso sí, bastante más caros. Pero son una solución bastante cómoda porque difuminan el talco mucho mejor.

En cualquier caso, como digo, no son un producto prodigioso ni el remedio total, pero sí que cumplen con su función.

Como habréis podido observar, esto de tener el pelo graso es ¡toda una suerte! Ojalá algún día alguien invente algo que realmente sirva para controlar el exceso de grasa de este tipo de cabellos, porque sin duda hay un mercado potente entre todas nosotras que estamos deseosas de encontrar ese producto milagroso.