El otro día me quedé helada cuando leí un artículo de un blog en el que una chica ponía a caldo la copa mentrual ¿Cómo podía ser? Me llevé las manos a la cabeza según leí los primeros párrafos, ya que yo llevo usándola unos cuantos meses, y desde que empecé, estoy encantadísima con el invento. Luego, según avancé en mi lectura, me di cuenta de que todos los puntos que criticaba esta chica estaban relacionados, o bien con que no se habría leído el manual de instrucciones, porque eran errores de utilización, o bien porque su copa (que salía en varias fotos), era de calidad regulera.

Reconozco que yo también tuve mis reticencias al principio, cuando mis amigas me describían las maravillas de este invento y hablaban de él como si fuera lo mejor que habían visto en años. ¿Cómo que dura todo el día? Imposible ¿Cómo que la sacas llena? Seguro que la lías parda y lo manchas todo ¿Y qué hago si me la tengo que cambiar en el baño del algún garito?

Al final me convencieron, y me compré una (en la farmacia, para estas cosas dejaos de chinorris y de supermercados, con los temas de ahí abajo no se juega) y decidí probarla uno de esos domingos de manta y peli que te quedas en casa, por si mis pensamientos rollo “esto va a ser como una peli de Tarantino” se cumplían.

Cuál fue mi sorpresa al descubrir, no sólo que mis amigas me habían dicho la verdad sobre la copa ¡se habían quedado cortas! Menuda locura, sí era cierto que duraba todo el día (hay dos tamaños, uno normal y otro para mujeres que ya han tenido hijos), y el material del que está hecha, impide que al sacarla montes un numerito gore en el baño. Sencilla y práctica, la verdad es que aluciné un poco.

Total, que no vas a tener que cambiarte en medio del día en un baño público y desconocido, y no vas a mancharlo todo si la tratas con un poquito de cuidado. Vale, sí, a lo mejor te manchas un pelín, pero… ¿Vas a escandalizarte por eso a estas alturas?

Es cierto que las dos primeras veces que la usé, no estaba muy segura de haberla colocado bien, y por precaución, usé un salva slip. Pero luego le cogí el tranquillo y menuda pasada, te olvidas de que tienes la regla para el día entero (además de poder hacer pis con toda la facilidad del mundo). Y el día que no te apetezca usarla, pues coges un Tampax, la limpias, y listo.

¿Y la higiene? Os preguntaréis muchas, porque eso de reutilizar un cacharro como ese repetidas veces… Pues veréis, al terminar el período, tenéis que meterlo en agua hirviendo durante media hora, y, de verdad, si tenéis algún tipo de organismo corporal que sobreviva a media hora con la vitrocerámica a tope….deberíais hacéroslo mirar.

En conclusión, que la copa menstrual mola, mola mucho, y que es un inventazo que no sé por qué no he empezado a usar antes. Y a la chica que escribió el post criticándola, y que se preguntaba por qué en ningún otro lado encontraba críticas similares a la suya, decirle que eso será por algo, y que le conceda una segunda oportunidad. El éxito está en la práctica.

Autor: Lucía Rodríguez