La vida está llena de reglas, algunas son necesarias para el orden, la convivencia y proteger nuestra integridad física, por eso no cruzamos la A-6 en patines… por ejemplo.

Pero todo lo que tiene que ver con nuestra imagen debería ser “coto privado de lo que me da la gana” y es que mucho se ha hablado de quién puede llevar leggins y de quien no, quién es apta para llevar minifalda, si tienes que ir de largo o de corto, que si el escote, que si la lycra, bikini para unas y no para otras. Falsas reglas de la vestimenta que alguien aburrido en algún momento lanzó al mundo como si fueran mandamientos. Bien amigas, como en la vestimenta, en el maquillaje, las reglas también están para romperlas.

Y me gustaría empezar diciendo que maquillarse no es una obligación, ni te hace mejor o peor mujer hacerlo o no. El maquillaje, como debería ser todo lo referente a nuestra imagen personal, es una libre elección e igual de bien está que vayas “like a door” que no te pongas ni máscara de pestañas. Pero estaréis de acuerdo conmigo en que la confianza y el bienestar con uno mismo puede ir de dentro a fuera sin ningún conflicto, y que muchas veces verte bien por fuera ayuda a estar mejor por dentro.

A mí me encanta el maquillaje y me dedico a ello, y os puedo asegurar que hay veces que el día de una persona cambia a golpe de brocha, porque verse bien no es un delito, gustarse no es malo y ni hablar de personas con enfermedades realmente duras, eso sí es gratificante, el poder que tiene maquillar una ceja que ya no existe por tratamientos agresivos, si hubiérais visto cómo les cambia la cara, sólo por volver a ver una ceja, me daríais la razón sin terminar de leer.

Yo defiendo el maquillaje como expresión artística y personal, por ello me gustaría romper algunos mitos y reglas.

Éste es mi top 5 de leyendas urbanas sobre el maquillaje

• “Tú vas muy de feminista, pero bien que te gusta maquillarte” a mí me entra la risa floja. Más reglas absurdas de la vida, si eres feminista no puedes maquillarte, ni depilarte e ir hecha unos zorros, claro y las lesbianas sólo tienen camisas de cuadros en el armario. Repito, el maquillaje es una elección no eres ni mejor ni peor mujer por ello.
• “Tengo el ojo pequeño así que no me puedo hacer un ahumado” A ver, eso es como si tienes un 39 de pie y quieres meterte un 35, tendrás que encontrar tu talla ¿no? Pues con el ahumado lo mismo. No a todo el mundo le favorece el mismo tipo de ahumado, pero te aseguro que buscando la forma y el color correcto cuando te mires al espejo vas a querer una invitación a los Oscar. Tener un ojo pequeño (también podríamos hablar de pequeño comparado con qué…) es una condición, un rasgo, como la que es rubia, no es un defecto y mucho menos un excluyente de nada. No te verás el ojo como una lechuza, pero te verás guapa, te lo aseguro, y sobre todo estarás decidiendo lo que quieres hacer con tu imagen y eso siempre da gustito.
• “Me apetece un ojo marcado, pero entonces me tengo que poner el labio nude ¿no?” Esto no es como mezclar lejía con amoníaco queridas, ¿qué pasa? ¿Que explotas? La pregunta es si tú quieres marcarte un “aquí estoy yo” si es así, te pongo el ojo de colores con glitter y los labios fucsias “Ferrari de la Barbie” ya mismo.
• “Yo normalmente me maquillo potente pero como me caso tengo que elegir tonos rosados” Yo, el tema maquillaje nupcial, lo resumo a que ese día tienes que ser más tú que nunca. El tema de la novia virginal, sonrosada y con la cara lavada creo que está un poco pasado de moda, como regla ojo, que la quiera ese look está genial, pero no es el único. En mi boda me maquillé yo misma, y como yo me maquillo mucho quise un estilo con el que la gente me reconociera y me sintiera cómoda (si llego a aparecer de rosa la gente hubiera creído que me pasaba algo). Yo llevaba los labios rojos y por aquel entonces llegué a leer en un post de maquillaje de novias la siguiente lindeza “No dejes que te maquillen los labios rojos, búscate una maquilladora de verdad, no una maquilladora de strippers” que digo yo, a algunas strippers también les gustará el rosa ¿no? Y si no te maquillas nunca no sientas la presión de ir como una puerta, haz lo justo para que en las fotos no te veas plana o (¡Qué narices!) no hagas nada de nada. Siéntete libre de maquillarte o no, que para eso eres la novia maja, y en ese tinglado mandas tú.
• “Es que mi madre/amiga/novio/influencer de Instagram… dice que tengo que…” Que lo que sea me da igual, maquillarme más, maquillarme menos, usar colores más vivos, dejar de usar rojo… Las modas en maquillaje existen y habrá algunas que te encanten, otras que las odies y otras te gustarán, pero no para ti. Que los chicos también tenéis cara, si queréis maquillaros adelante. Escúchate, date permiso, plántate, haz lo que quieras, pide asesoramiento ¡claro! Pero tú decides, siempre, en todo, y es que llevar un maquillaje con el que no te sientes cómoda es como llevar unos pantalones que te vienen pequeños.

Patricia Pérez.

Imagen destacada: Dulceida.