Una de mis muchas teorías es que cuando estás a dieta no se puede tener vida social. Y es que pensadlo por un momento, todos los actos sociales suelen incluir directa o indirectamente comer. Te vas de cañas, de Brunch, de tapas o de Gin tonics. Nunca he escuchado a nadie decirme : Oye Ana ¿te vienes de judías verdes? Nunca. El caso es que hay que salir, porque si al mal humor que nos pone el tener hambre de «algo rico» y no podértelo comer, le sumas el no relacionarte con nadie ni tener al menos la ilusión de arreglarte, apaga y vámonos. Es por ello, que he desarrollado mi segunda teoría: si vas a salir a comerte una mísera ensalada, por lo menos, que sea a un sitio bonito. Nada de permitir que los amigos te lleven a un bareto con servilletas «que no limpian pero dan las gracias» a ver como se ponen ciegos a patatas bravas, mientras tú te planteas si esas servilletas agradecidas sabrán a algo (sí llamadme loca, pero yo en un acto de desesperación lo he pensado).  Así que para sobrellevar un poco eso de salir a comer fuera estando a dieta, aquí va una lista de sitios (de Madrid) a los que si no vas por la comida (que también lo recomiendo) vayas por la decoración.

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La Contraseña

Para los que os vayan los sitios con estilazo estáis de suerte. Este restaurante no hace mucho que ha abierto sus puertas y ya cuenta con una larguísima lista de estupendas críticas. Decorado por el arquitecto Álvaro Oliver Bultó para Foxium Arquitectura, La contraseña puede presumir de ser uno de los restaurantes con la estética más puntera de Madrid.
Calle Ponzano 6.

La Tita Rivera

Fresco, original y granuja. Su decoración joven con una mezcla fascinante entre aires neoyorkinos y gallegos, hace de este sitio el punto de encuentro perfecto entre amigos. Y ojo con su patio interior los meses de calor: es adictivo.
Calle de Pérez Galdós, 4

Pipa & Co

Su decoración ecléctica y acogedora lo hace el sitio perfecto para ir con amigas tras una jornada de compras. Su manera de combinar madera y baldosa hidraulica; y su mezcla extraordinaria de sillas Emeco, Tolix o Boisserie, hacen de este sitio un must a la hora del Brunch.
Paseo de La Habana 105

Poncelet Cheese Bar

Si hubiese que inventar un templo en honor al queso, seguro que se parecería al Poncelet. Una decoración que cumple los tres requisitos imprescindibles que debe tener la estética de un sitio así: sencilla, cuidada y vanguardista. Dejandole todo el protagonismo a una preciosa galería de quesos que expone todas sus variedades, al igual que Tiffanys lo haría con sus diamantes.
Calle de José Abascal, 61.

Marieta

De lo creadores de Pipa & Co, llega Marieta. Local que con tan sólo cuatro meses de vida ya pisa fuerte.  EL arquitecto Jorge Lozano de  Proyecto Singular, fue el encargado de darle alma al espacio, el cual,  hace las delicias de los amantes de las mezclas imposibles. Tela de mallazo, microcemento, vegetación y la más fina marquetería confluyen en Marieta, convirtiéndolo en como diría Pereza: Mi rincón favorito de Madrid.
Paseo de La Castellana, 44.