Yo no soy muy de reivindicar pero hay ciertas cosas que me sacan de quicio y no lo puedo remediar. En otro post anterior hablamos de las ‘gordas de la tele’ y de esa manía de elegir a actrices normales para representar el papel de la ‘rellenita’ solo por tener la cara un poco más redonda o no ser igual de raquítica que sus compañeras. Pues bien, la historia se repite en la nueva serie de Cuatro titulada ‘Ciega a citas’.

El anuncio de esta serie ya me produjo urticaria. ¿Cuántos tópicos pueden caber en un espacio publicitario de 30 segundos? Y mirad que yo soy muy de Bridget Jones, de los jerseys de renos y de la bragafaja. Pero es que de la primera película de Bridget Jones han pasado 13 años, que no pretendan colarnos ahora a su gemela española.

Y todo esto lo digo sin haber visto la serie, pero es que tampoco me hace falta. No me hace falta porque desde el primer momento definen a su protagonista como una periodista con unos kilos de más que está harta de la presión familiar para que encuentre novio. Una joven con sobrepeso que solo viste de negro y se compara constantemente con su hermana perfecta. Lucía, que así se llama la Bridget española, se propone adelgazar y casarse en 275 días. Porque claro, todo esto va unido, ¿sabéis? Si no adelgazas, no te casas. Ese es el primer mensaje erróneo que transmite esta serie en sus avances promocionales.

Segundo. La actriz. Teresa Hurtado. La conoceréis de Bandolera o de la miniserie de Marisol y de gorda tiene más bien poco. Pero ni de gorda, ni de rellenita. Simplemente no es un palo de escoba, es una mujer normal y corriente, muy mona de hecho y bastante más agradable a la vista que la actriz que hace de su hermana (en el papel de hermana rubia perfecta con la que te comparan eternamente).

Pero atentos, que para ver si cuela, en las fotos promocionales de ‘Cita a ciegas’ han decidido que pose de esta guisa:

 

 

1. Comiendo (como no, todas las gordas se pasan la vida comiendo).

2. Hinchando los carrillos, a ver si así consiguen hacer pasar a una chica de la talla 38 por la protagonista con sobrepeso de la que hablan.

Yo podría ser el público objetivo de esta serie. Carne de cañón para sentirme identificada con un personaje de mi edad, que comparte profesión y le sobran unos kg. Y sin embargo digo NO a esta presumible basura que transmite mensajes totalmente equivocados y que no me inspira ni pizca de confianza. Veremos si me aburro y acabo sucumbiendo a ver algún capítulo para dar una opinión con más fundamento. ¿Vosotros cómo lo veis?

PD: si queréis ver una serie que trate a la perfección el tema del sobrepeso, esa es My mad fat diary.