Como ya sabréis Facebook censuró por pornográfica la escultura paleolítica de la Venus de Willendorf. Luego pidio perdón y ya permite publicar la imagen sin censurar.

Días después censuró también la cuenta  de la actriz Itziar Castro por colgar fotos suyas desnuda por considerarlas demasiado eróticas.

A parte de que me parezca ridícula esta censura hacia las mujeres y sus pezones o sus traseros o todo su cuerpo en general. Pues voy a sacarle algo positivo al asunto. Y es que Facebook considera eróticas a dos gordas. Una la madre Venus representando la maternidad y, dos, a Itziar Castro una mujer gorda y que, según la sociedad, es todo menos provocativa, sexy o erótica.

Porque en ninguna de las dos fotos ellas enseñan los pezones (que es lo que supuestamente ellos prohíben), osea que lo que se considera provocador es su desnudez, ¿la desnudez, lorzas y piel de una gorda? Qué sorpresa ¿No?

Yo creía que según la política absurda de estas redes, que dejan publicar un perro moribundo o un gato en una lavadora pero luego se llevan las manos a la cabeza por un pezón, dejarían tranquilo al colectivo gordas como aberración de la humanidad y como colectivo que no puede provocar otra cosa que no sea pena o asco. Pero que consideren el cuerpo de una gorda igual de provocativo que el de una flaca pues mira, me parece que algo estamos avanzando en sus mentes que siguen en el siglo X. Aunque luego veo lo que siguen haciendo y se me pasa el optimismo.

Y  a raíz de todas estas censuras, y acoso a cuentas de mujeres, gordas o no. También creo que si las mujeres hiciéramos algo todas juntas podríamos acabar con ello en una semana a lo sumo. ¿Qué? Pues por ejemplo dejar de utilizar las redes en una huelga indefinida hasta que nos dejaran en paz. No es algo tan difícil de hacer. Todas con las redes paradas, sin publicar, sin hacer nada. ¿Creéis que con solo las visitas de los tíos tirarían? No hace falta contestar. Esta claro quién mueve el cotarro en ellas. Por lo tanto, ¿no somos cómplices de ellos al seguir utilizando un medio que nos dice qué debemos publicar y nos discrimina a nosotras?

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Acatamos sus normas y seguimos enriqueciéndolos. Mientras ellos pueden cerrarnos nuestras cuentas si se nos escapa medio pezón, o si creen que una de nuestras fotos es demasiado provocativa. ¡Rebelémonos!

Tristemente las únicas que podemos acabar con esto o intentar solucionarlo somos nosotras. Porque a ellos ya les va bien como está. En una sociedad tan individualista es difícil, está claro.

Pero  que en el año 2018 siga pasando esto, no es solamente ridículo, patético y todos los adjetivos que se le quieran otorgar. Es que es tremendamente injusto, y ya está bien de seguir aguantándolo, porque ahora ya no debemos hacerlo, ya podemos ser libres, y nadie puede venir a taparnos la boca,  el pezón, el cuerpo o el toto.