Escritora, guionista para televisión, actriz y, por encima de todo, dramaturga. Premio Max de Honor 2013. Hija de actores y con una madrina como Margarita Xirgu, Ana Diosdado no podía más que dedicarse al teatro, en el que debutó con solo cinco años. Desde entonces, no dejó de trabajar hasta su muerte hoy, que ha tenido lugar durante la celebración de una reunión en la sede de la Sociedad General de Autores Españoles (SGAE).
Recoge Rocío García en El País esta frase que me emociona:
Al recibir el premio Max, Ana Diosdado recordó el coraje de los músicos del Titanic que, a pesar de las adversidades, siguieron tocando música hasta el final.
Mi primer recuerdo de ella es Anillos de oro, serie en la que trabajó como guionista y protagonista. En mi casa –como en todas las casas de entonces, ya que las televisiones privadas no llegaron hasta los 90– siempre se veía. Sí, lo sé, soy muy mayor… La cuestión es que Anillos de oro se convirtió en una de las series más exitosas en la historia de Televisión Española y desde entonces le tengo cariño a esta mujer, por eso hoy es un día triste.
La he visto muchas veces y soy muy fan porque tiene perlas como esta:
«Yo no necesito a nadie que me acompañe al médico ni para que me lleve al cine, ni para que me traiga dinero a casa o me proteja de los ladrones. Todo eso lo puedo hacer muy bien yo sola», Lola en Anillos de oro
La serie se estrenó en 1983, poco después de que en España se aprobase una reforma del Código Civil que incluyó el divorcio. Interpretada por Ana Diosdado, Lola decide retomar su carrera profesional como abogada tras criar a sus hijos. Para ello se asocia con Ramón (Imanol Arias), amigo de su marido Enrique (Xabier Elorriaga), y se especializan en causas de divorcio. Las distintas tramas abordan otras cuestiones como el adulterio, la homosexualidad o el aborto.
Toda la obra de Diosdado es fruto de su tiempo, reflejo de una sociedad en constante cambio, con sus contradicciones y esperanzas, como los problemas generacionales y el trato a los ancianos de El Okapi o la crítica a la sociedad de consumo de Usted también podrá disfrutar de ella. Adaptó textos de grandes autores como Ibsen, Tennessee Williams o Oscar Wilde, y sus últimos trabajos se centraban en figuras históricas como Teresa de Jesús o Sagasta, obra que ha quedado inconclusa.
Descanse en paz.
