Cómo le ha gustado de toda la vida a una gorda una pin-up. Yo también tuve mi fase de volverme loca con las fotografías y las pinturas de pin-ups… más que nada porque hasta hace no tanto tiempo, este tipo de estética era la única «válida» para las que teníamos el culo gordo.
Aunque las pin-ups lo petaron durante los años cuarenta, sobre todo en Estados Unidos, lo cierto es que aún en la actualidad es bastante fácil encontrar mujeres que siguen ese rollo: labios rojos, lazos en el pelo, cinturas apretadas, bikinis, vestidos de lunares y peep toes.
Y en Instagram, la red social de moda para compartir fotografías, no podía faltar quien siguiera, casi un sigo después, rindiendo homenaje a aquellas fotografías y dibujos que volvieron loca a media humanidad.
La cuenta de Bunny Lucille está llenita de fotografías en las que imita algunas de las láminas más famosas de la época, sobre todo las del personaje «Hilda», quien fuera, quizás, la primera abanderada del movimiento body positive en la Historia del arte.
Bunny Lucille rescata en su cuenta de Instagram el movimiento curvy-pinup, demostrando que la celebración del cuerpo de la mujer sigue siendo tan pertinente como necesaria.
Ha logrado captar la esencia y la gracia de aquellos primeros dibujos que se convirtieron en una verdadera revolución social y moral, pues nunca antes el cuerpo de la mujer había llegado a tanta gente, ni se había permitido que tanta gente viera tanta carne… Algo que agradecerle a la guerra: muchos hombres aislados y unos altos cargos que sabían que ver mujeres ligeritas de ropa los mantendría distraídos y contentos.
Bunny Lucille se ha servido en su cuenta de aquella revolución para volver a reclamar la celebración del cuerpo al natural de la mujer… aunque se haya tenido que topar con el mismo tipo de censores de la moral y el cuerpo que ya lucharon contra las pin-ups en su momento.
Pero como a nadie le importan los haters, Lucille sigue sorprendiendo a sus followers con estas preciosas fotografías.
Fotos: Instagram.com/bunnylucille/
