Por mucho que fuera la suya una muerte anunciada, por mucho que hubiéramos ensayado el disgusto después de las tropecientas veces que había muerto en Internet, yo no he podido dejar de sentir pena al enterarme ayer de que Lina Morgan había fallecido.

Puede que a mucha gente solo le suene este nombre relacionado a una señora algo antigua ya, muy del siglo XX, que debió hacer unos buenos ridículos y ahora se la recuerda por lo que sea. Pero Lina fue una mujer luchadora, muy trabajadora, que decidió hacer lo que le salió del potorro en un tiempo en el que por el potorro de una mujer solo podían salir bebés.

El nombre de Lina Morgan estará ya eternamente ligado al espectáculo de revista, un género teatral que combina el drama, la comedia, la música y el baile. Debutó a los dieciséis años, teniendo que falsificar su carnet de identidad, en la compañía del teatro La Latina, teatro del que llegó a ser propietaria y donde se ha instalado la capilla ardiente para darle su último aplauso.

Lina, sin ser la mujer más bella, con el cuerpo más espectacular, ni tener una gran voz (requisitos importantes en el mundo en el que ella decidió moverse), consiguió ser la vedette por antonomasia de los teatros españoles. Sin embargo, lo suyo era la comedia, y así se ganó los corazones de las miles de personas que la vieron en el teatro, el cine y la televisión, dando vida a personajes tan inolvidables como Susana en La tonta del bote, Virginia y Susana, de Vaya par de Gemelas, o Celeste, en Celeste no es un color.

Hoy no le decimos adiós a una señora mayor que ya estaba en ese momento de la vida en el que la muerte llega así de esta manera. Hoy le decimos adiós a la cómica más grande que ha tenido este país, la Charles Chaplin española, la Eva Hache del siglo XX, la enemiga íntima de Concha Velasco, pero sobre todo, a la mujer que se pasó por el forris los cánones impuestos por la sociedad en la que le tocó vivir para vivir de la manera que le hacía más feliz. Adiós a Lina Morgan, una de las mujeres imprescindibles de la cultura española.

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