A ver, las cosas por su nombre. El concepto de belleza es subjetivo, sí.  Pero la que es fea, es fea.

Me espanta cuando las páginas de moda o las revistas hacen reportajes sobre modelos «fuera de lo normal» o cuando modelos «difíciles de mirar» protagonizan campañas de moda brutales. Dejarme que me explique.

La distema de Georgia Jagger es graciosa y sus padres molan todo. Kate Moss no es guapa ni alta pero ante la cámara es camaleónica y tiene ese rollo british grunge turbio que le sale solo y que no consigo ni cuando me pongo el pack completo de bohemia underground  (borsalino inlcuído). Rosie Huntington tiene nariz de boxeador y también tiene unas piernas de infarto…hay cosas que sí y otras que ni con calzador. La que tiene rollo lo tiene, use la talla que use y la que es fea es fea aunque cierre el desfile más chic de la semana de moda de turno.

Que poco a poco la industria de la moda está cambiando, sí, eso es cierto. En WLS hemos publicado noticias  al respecto. Sin ir más lejos, en la semana de la moda en Londres una marca del grupo al que pertenece Topshop se marcó un desfile con una ropa maravillosa y unas modelos curvy-buenorras de escándalo. Hasta ahí todo bien, más que bien. Pero por donde no paso es por el típico artículo  hablando del avance de la moda «perimitiendo» que modelos fuera de los cánones habituales de belleza  trabajen en esa indsutria. ¿No estais hartas de ver a modelos feas pero con una talla mínima triunfando en campañas de moda? Entiendo que Giselle Bundchen sea modelo y triunfe, no me meto. Pero hay modelos que por alguna extraña razón están ahí y no lo entiendo. No sé si es por algún cromosoma alterado en el ADN de las gordas como yo pero hay cosas que no.

 

Me parece fenomenal que el mundo del fashion business sea más accesible y que chicas de todo tipo puedan ser protagonistas de grandes campañas y editoriales de moda elegidas a dedo por la mismísima Anna Wintour, pero mentiras las justas. Desigual ha contratado a una modelo famosa por su vitíligo para protagonizar su campaña publicitaria pero mi pregunta es ¿la hubieran contratado si tuviera una talla 44? Ojo, que una talla 44 tampoco me parece excesivo, pero todas sabemos la respuesta y da un poco de asco moral.

Me da especial rabia cuando, año tras año, me encuentro con el artículo de turno que parece un «copy-paste» de la temporada anterior hablando sobre modelos que se alejan de la imagen habitual que tenemos y sacan las 4 fotos típicas que estás harta de ver de la modelo, llámale andrógina, poco femenina o, directamente, fea diciendo que el mundo de la moda evoluciona. Sí, claro que evoluciona, pero no porque Vogue saque a una fea en portada  ¿Sacaría Carine Rotfield en portada a una gorda? Con eso quiero decir que da igual que transmitas belleza, alegría, salud, vida y lozanía que si estás delgada parece que, automáticamente, tienes un hueco en el mundo de la moda. Porque claro, a las gordas nos basta con ir envueltas en batamantas y la moda no nos importa porque estamos demasiado ocupadas comiendo donuts.

En serio, columnistas, editores, «cabezas pensantes» de la moda, cazatalentos y coolhunters del mundo ¿A quién creéis ayudar poniendo de ejemplo a una fea en los huesos ? ¿Cuál es el maldito mensaje que queréis transmitir? En el mundo de WLS a esto se le llama doble moral.