Si nada más leer el título del post te has lanzado a abrirlo pensando ‘Seguro que las cumplo todas’, estás en el sitio correcto. Ser una persona competitiva tiene un millón de cosas buenas, te hace dar siempre lo mejor de ti mismo, intentar superarte cada día, te ayuda a no rendirte ante las adversidades, pero al mismo tiempo, trae muchos quebraderos de cabeza. Seguro que os sentís identificadas en la mayoría de estas situaciones (y seguro que luego competís entre vosotras para ver quién ha ‘ganado’ este test, porque ya sabemos que todo en esta vida es una competición…):
- Te picas por todo, tanto lo bueno como lo malo. Discutes sobre quién ha traído la comida más rica a la ofi, qué autobús / metro / tren venía más lleno, quién ha encontrado la mejor oferta en rebajas o a quién le costó más dormirse anoche
Si, hasta para esto quieres ser ‘la más’… - No tienes paciencia porque lo quieres todo ya. Quieres perder peso el primer día que te pones a dieta, correr 5 km sin cansarte cuando no has corrido ni 200 metros desde el Test de Cooper del Instituto, aprender Alemán en apenas un año o saber tocar la guitarra como un profesional desde el minuto uno
- Esa falta de paciencia hace que dudes de tus capacidades y te frustres a la mínima, porque piensas que no lo vas a conseguir, en lugar de pensar que quizá la danza polinesia no es para ti, pero que eres cojonuda encontrando los mejores chollos para viajes…
Frustración, cabreo, depresión… - Sin embargo, cuando pasas ese punto de frustración y ves que, poquito a poquito, vas consiguiendo tus objetivos, no hay quien te pare. ¿Quién dice que no puedes prepararte para correr 10 km aunque no hayas corrido en tu vida? #yeswecan
- Te da rabia no ser la primera en enterarse o en hacer las cosas. No te gusta ser la última a la que le cuentan ese cotilleo de la oficina o a la que avisan para el plan del fin de semana, te da rabia no ser quien descubre la nueva serie de moda o se lee el bestseller del año y te cabrea que alguien haya encontrado un vuelo barato y tú no
- Eres celosa. De demasiadas cosas. Eres celosa de no ser la persona de confianza de la gente porque quieres ser la mejor amiga, de que no cuenten contigo para organizar las cosas, de que la gente viaje a un lugar al que te mueres por ir antes de que tú hayas ido, o incluso de que a la gente le vaya bien la vida cuando a ti no te está yendo muy allá
Yo cuando alguien se va de viaje mientras yo me quedo en Madrid - Intentas no mostrar esos celos porque entonces a lo único que ganarías sería a ser ‘La pirada nº 1 del reino’
- Siempre has querido ser la mejor en algo. La más inteligente, la más guapa, la más lista, la más delgada, la que mejores notas sacaba en el colegio, la que llegaba primera en las carreras en clase de gimnasia
- No puedes evitar que te emocione ganar, a lo que sea, en mi caso sobre todo a aquello que implique tener conocimientos y usar el cerebro. Ganar al Trivial me hace bailar a lo Mauricio Colmenero, saber que llevo la razón me llena de orgullo (y satisfacción) y nunca olvidaré el día que yo llevaba razón sobre quién compuso una canción en una discusión con un amigo músico (Alberto, te pongas como te pongas, ‘Because the Night’ es de Patty Smith)
Yo cuando gano a algo. A lo que sea… - No soportas a la gente que no entiende y no respeta las normas del juego. Los tramposos te ponen de muy mala leche y no concibes que la gente no juegue correctamente para intentar ganar por sus propios medios. Mención especial merece la gente que no entiende las instrucciones y juega como quiere, ¡para eso mejor no juguéis!
- Cuando pierdes a algo, no puedes evitar recordarlo como un momento amargo de tu vida. Esa vez que perdiste una apuesta y quedaste fatal, esa vez que te ganó al Trivial alguien a quien estabas segura de que ibas a fulminar, esa vez que no llevabas razón y que la gente te recuerda a diario… El horror
- Sueles ser bastante perfeccionista, lo quieres hacer todo bien y te cuesta entender que a la gente haya cosas que ‘le dan igual’
En definitiva, quieres ganar a toda costa y sufres pensando que no lo vas a conseguir, pero cuando lo consigues, cuando ganas (a ti misma y a los demás), no puedes sentirte más orgullosa.
¿Vosotras también sois competitivas?
La foto destacada es de MS Mode.
