Qué guay es ir a la piscina en verano. Excepto por la gente.

  1. Ir a la piscina requiere un análisis riguroso de los horarios de la gente, básicamente saber cuando no van para ir tú.
  2. La búsqueda de la sombra a veces implica violencia. Sí, esa señora tan mona y tan decrépita que te ha dado los buenos días al entrar te va a sobrepasar de un momento a otro y su más decrépito codo será capaz de interrumpir tu paso hacia la última sombrilla disponible. Total, para ponerse al sol toda la mañana y dejar su bolsa de la Telva bajo tu ansiada sombrilla.
  3. Los vestuarios están asquerosos, siempre. Aunque los hayan limpiado hace un ratito de nada, se encharcan, el suelo se pondrá negro y siempre habrá algún w.c con cosas flotando y un niño perdido.
  4. Buscar un sitio para comer es lo peor. En el merendero y/o asadores las mesas llevan ocupadas por neveras abandonadas desde las 11, aunque no se puedan reservar, y en el bar la comida es asquerosa, cara y encima hay cola.
  5. La gente que está horas en el solarium, ese lugar tan extraño en el que la gente da vuelta y vuelta sin hacer nada más durante horas hasta alcanzar el color cangrejo.
  6. Niños por todas partes. Da igual lo mucho que te gusten los niños, cuando estés concentrada en tu lectura te caerá un balón, un niño que está aprendiendo a andar te pisará el culo o puede que otro te confunda con su madre.
  7. Los preadolescentes gritando. Cuando llegan las cuadrillas gigantes de preadolescentes ocupando un perfecto rectángulo de unos 20 metros de largo, lo de los niños te parece la cosa más adorable y soportable del mundo.
  8. Tu look piscinero es o mejor y más fabuloso y con más complementos que un sábado por la noche o directamente vas hecha un asco en chándal de verano.
  9.  Señoras que te miran de arriba a abajo. A muchas señoras las gordas en bikini les dan susto.
  10. Te conoces de memoria a los habituales y si los ves sentados en otro sitio, te aturdes. Igual que cuando te roban tu sitio de siempre y ya no sabes qué hacer con tu vida.
  11. El día que te pones tu bañador más viejo, llevas las pintas más horribles y encima lo mismo hasta hueles mal, te encuentras con todo el mundo posible.
  12. Cuando te vas metiendo en la piscina, si está caliente no puedes evitar pensar que alguien se habrá hecho pis.