Si tenéis mucho pelo, pero mucho mucho, sabréis que da igual lo largo o lo corto que lo llevéis. Hay movidas que nos han acompañado toda nuestra vida a nosotras, las reinas leonas.

  • Cuando te cortaban el pelo de pequeña, automáticamente te convertías en una menina. O en Mafalda. O en un Pin y Pon
  • Has roto tantos peines que te hubiese dado para contratar a una peluquera interna que te peinase cada mañana.
  • Son muchas las veces que te han secado el pelo entre dos peluqueras.
  • Peluqueras que por supuesto , SIEMPRE  tenían que comentar todo el rato cuánto pelo tienes.
    Madre mía, pero cuánto pelo. UUUH mira cuánto pelo tiene esta chica.
  • Si era tu madre la que te peinaba, estaba suspirando y maldiciendo la hora que se pasaba secándote el pelo. De ahí que de mayores, muchas hayamos decidido que eso de secar el pelo es algo en lo que cuánto menos tiempo tengamos que invertir, mejor.
  • De hecho, cuanto mayor te hacías, menos te peinabas. Pasando de sufrimientos.
  • Hacerse el típico moño arriba bien sujeto es un desafía contra la gravedad.
  • Y tumbarte si llevas un moño o una coleta es como echarse a dormir sobre una piedra.
  • Durante años sufrimos la horrible moda de rapar por debajo para descargar. De verdad, qué miedo cada vez que una peluquera decía eso de ¿te descargo?
  • El rey león es tu amigo y tu segundo nombre.
  • Da igual lo largo que lleves el pelo, en verano te dará tanto calor que raparte te parecerá la única opción viable.
  • Tenemos un máster en gomas de pelo, horquillas y pinzas. No nos vale cualquiera, de hecho no nos vale el 90%.
  • No sabéis lo felices que nos hace que se lleven los 90. En lo capilar incluido, claro!!
  • Lavar y sobre todo, aclarar nos lleva el triple de tiempo que a cualquier persona.
  • Lo de hacerte unas trencitas monas y estrechitas nunca ha sido posible.
  • Pero en cuanto aprendes a domarlo te sientes TAN TAN FABULOSI .
  • FOTO DESTACADA: Disney