Si has llegado hasta aquí, ¡enhorabuena!, al menos has tenido la energía necesaria para abrir el post. Y es que ser una persona vaga está muy mal visto, desgraciadamente. Pero os diré una cosa a los que nos criticáis. Si una persona vaga hace algo por ti, debes de importarte realmente porque nosotros no movemos un dedo por cualquiera.

giphy (12)

1. ¿Dormir 8 horas? ¡Eso es una siesta larga! Tu cuerpo necesita al menos diez horas para estar descansado, pero claro, nunca duerme lo suficiente porque te quedas hasta tarde viendo series en el sofá, porque te da más pereza ponerte el pijama que otro capítulo más. Y claro, al día siguiente estás para el arraste, y tu vida se convierte en un bucle de series hasta la madrugada y maldiciendo a tu yo de anoche que no se quiso acostar antes.

2. Dejar todo para última hora. Una persona vaga nunca va a hacer algo en el momento, siempre lo va a posponer todo lo posible, porque se conoce a sí misma, y al final sabe que lo hará. Pero qué pereza hacerlo ya, pudiéndolo hacer pasado mañana, total, si sólo son cinco minutos…

Al final  te lleva dos horas y te prometes que nunca más vas a volver a dejar todo para última hora. Mentira puta.

3. Guardar un post en Facebook para leerlo más tarde porque te da pereza tener que abrirlo ahora y esperar a que cargue. Sí, amigos y amigas, este es el colmo de la pereza. A sólo un click de que te aparezca la página en cuestión, pero qué pereza tener que esperar  cinco milisegundos a que se cargue.

4. I have a dream! Sí, tengo un sueño…descomunal. Volviendo al punto número 1, es verdad que tu cuerpo de vaga necesita al menos diez horas para estar descansada, pero el sueño no te lo vas a quitar ni con tres siestas seguidas. Y madrugar es una palabra que no existe en nuestro vocabulario.

5. Si dormir es nuestra religión, la SIESTA  es nuestra misa. No hay fiesta más sagrada que la misa, y hay que respetarla. Es S-A-G-R-A-D-A.

 

 

6. Vestirse y desvestirse más de una vez al día, PEREZÓN. Por la mañana has tenido una entrevista de trabajo, y claro, has ido con tus mejores galas para causar una buena impresión. Por la tarde has quedado con tu amiga para tomar un café. Pero claro, se te presenta un dilema, ¿te pones el pijama mientras para estar por casa o te quedas con lo puesto y a rezar para que no se arrugue o se manche? Siempre es la opción B, pero con una bata encima, que somos vagas, sí, pero precavidas.

7. ¿Deporte? Lo siento, no hablo ese idioma.

 

8. Dios salve  a las escaleras mecánicas. ¡Benditas escaleras mecánicas! Una persona vaga NUNCA va a escoger subir por unas escaleras bulgares y sosas, ni aunque estuviera al otro lado el mismísimo Channing Tatum. Lo siento, beibi.

9. Mandar audios porque te da pereza teclear. 

10. Tener dos horas para ducharte, depilarte, alisarte el pelo y vestirte. Ponerte a ver una serie. Tener una hora para ducharte y vestirte. Otro capitulo más. Tener una hora para salir decente de casa. Llevar coleta grasienta y vestido con medias tupidas. Y llegar tarde.

Podría seguir con la lista de dramas a los que nos enfrentamos a diario, pero… ¡uf! Qué pereza…