A ver, escribo esto en calidad de experta en la materia. Pero no por mí, si no por lo que me cuentan mis amigas. A mí me va fantásticamente en el amor, no nos vayamos a creer.

La situación es la siguiente. Hay alguien que te encanta. Que te pone la parrusa como las fiesta de la espuma de tu pueblo y al que no puedes evitar escribirle pese a las hostias mentales que te has dado ya.

Y ahí vas tú, la ingenuidad hecha persona y le escribes un tochaco que ya quisiera Risto Mejide. Y cierras el whatsApp, no vaya a ser que lo lea y tú estés en línea y se vaya a pensar que estás esperando su respuesta, dignidad ante todo porfavore.

Cuando ya ha pasado un tiempo prudencial para que él crea que tienes una vida, amigos y familia que te quiere (JAJAJA ¿te imaginas?), abres la conversación de WhatsApp y…

a) Te contesta con un icono.

Es la representación gráfica de me importa una puta mierda pero voy a ser educado que si no mi mamá me pega. Da igual que le declares tus sentimientos más profundos o que le digas que has enterrado un cadáver en el patio trasero de tu casa, la respuesta siempre va a ser la misma.

 

b) Te deja en visto:

He visto desiertos con más actividad que tu conversación de whatsApp con el chorbo en cuestión. Yo que tú me iría cagando leches porque por aquí no hay indicios de vida. Ni de próximo folleteo.

tu amor propio.

 

c) Se limita a responder las preguntas:

Bienvenidas a otro clásico de muy bien, pero contigo ni a por pipas a la esquina. Cuando le interesas realmente a alguien, se saca conversación hasta de la etiqueta del champú. O de qué marca de pan rallado es la mejor para hacer filetes rusos o de si se te está quedando vieja la escobilla del váter, lo que sea con tal de hablar, así que si esa persona en cuestión te responde a los chats en whatsApp pero no hace nada por mantener la conversación y a la mínima que puede la da por cerrada, lo siento cari, pero pasa de tu culo. Otro más para la colección de los sí pero no.

Cuando alguien pasa de tu cara lo sabes, lo notas por la sensación que se te queda en el cuerpo al hablar con esa persona. Así que haz un ejercicio de reflexión y piensa si realmente te compensa su aportación en tu vida y si tienes necesidad de ir mendigando afecto por ahí. Hay muchas zanahorias en el huerto para perder el tiempo con una mustia.

Y recuerda, que te escriba en whatsApp está muy bien, pero que presente en tu casa con doritos y cerve fresquita ya es otro rollo.