Aquello de ‘tiran más dos tetas que dos carretas’ hizo mucho daño a mi adolescencia, porque claro, yo quería “tirar”, tirar de todo y a todos con mis tetas, pero ellas, ajenas a todo, dejaron de crecer antes de tiempo, y claro, entonces no existía el push up más que en Wonderbra y yo me veía obligada a rellenar sujetadores con hombreras (verdad verdadera).
Por suerte mi amor propio, al contrario que mis tetas, sí creció, por eso vengo a daros 12 razones por las que debéis amar vuestras peritas aunque sea lo único que tenéis de la talla S.
- Nos hacen sentir más placer en la cama: podrán protagonizar las páginas centrales de Playboy pero estudios de la Universidad de Viena han demostrado que los pechos grandes son un 24% menos sensibles que los pequeños, ¿qué quiere decir eso? Que al tener menos grasa, los pechos pequeños son más fáciles de estimular. Chupaos esa doble D.
- Nos hacen parecer más jóvenes: a lo mejor cuando tenías 16 esto no te hacía tanta gracia, pero ahora a los 27, que te quiten 5 años por tener mini tetis es bien.
- La flacidez nunca será un problema para nosotras: Esto es de lógica, NO TENEMOS NADA QUE PUEDA CAERSE.
- Camisas y camisetas de tirantes, BRING’EM ON: ¿Sabéis lo difícil que es mantener cerrados los botones de una camisa cuando tienes una copa E? ¿O mantenerlas dentro de la camiseta de tirantes? Yo tampoco, pero nos lo imaginamos.
- Los hombres con pasta las prefieren pequeñas: Un estudio de Psychology Today pidió a hombres de distintos status socioeconómicos que indicaran qué tamaño de pecho preferían, y fueron los más pobres los que señalaron las grandes.
- Y los sexistas no: Según un estudio de la Universidad de Westminster (sí, otro estudio) examinó la relación entre las preferencias pechuguiles y el sexismo de varios hombres. El resultado: los hombres que preferían los pechos grandes también veían a las mujeres mansas y como el sexo débil. Um, no, gracias.
- Las tan icónicas chicas de los años 20 también las tenían pequeñas: bailaban charleston y lucían el corte bob como nadie. Cualquiera de nosotras podría haber sido la protagonista de El Gran Gatsby.
- Tenemos mejor postura: Una teta de copa D puede pesar entre un kilo y kilo y medio…¡ouch! Claramente un pecho pequeño favorece a nuestra postura y a reducir la tensión acumulada en la zona superior de la espalda.
- Comprar sujetadores no es un problema para nosotras: ¿Bandeaus? ¿Sujetadores de encaje? ¿Sostenes de silicona? Ve a cualquier tienda y elige lo que más te guste. Copa B de BIEN.
- No estamos solas: Kate Moss, Cameron Diaz , Mila Kunis, Gwyneth Paltrow, Keira knightley y muchas más forman parte de la larga lista de mujeres que hacen gala en Hollywood de que se puede tener poco pecho y ser muy sexy.
11. Ayuda a detectar el cáncer de mama: Es más fácil detectar un bulto extraño en un pecho pequeño que en uno grande porque hay menos capa de grasa que examinar.
12. El verano está hecho para nosotras: camisetas de tirantes, con la espalda fuera, bikinis de todos los cortes…hasta montar en bicicleta con él puesto.
Y si después de que doctores y estudiosos de todo el mundo se hayan tomado la molestia de demostrarnos que tenemos razones más que suficientes para adorar nuestras tetitas, seguís sin estar contentas con ellas, no os preocupéis porque vuestro futuro marido rico podrá pagaros un buen aumento de pecho.
