España, año 2017, mujer joven con mucha experiencia busca trabajo digno y es rechazada por cuestiones de sexo, edad, apariencia, talla, altura y otras tantas opciones como vuestra mente pueda alcanzar a imaginar. Esa soy yo: La que necesita por activa o por pasiva un trabajo y, después de meses de respuestas negativas, se lanza a la desesperada a poner un anuncio en esa página en la que puedes encontrar de todo, para probar suerte y a ver si caen unas “horillas” para completar turno y ganar un sueldo vamos a decir… “decente”.(Aunque esa ya es otra historia)

Tonta e inocente de mí, que a mis 31 años pensaba que la gente sería, como mínimo, respetuosa con este tipo de anuncios. ¿Cómo se me ocurre anunciar online que limpio casas? Por supuesto, la culpa es mía, ¿No podía haber cerrado la web antes de provocar?

No fue inmediato, no. Estas cosas llevan su tiempo y, mientras esperaba recibir alguna oferta, seguí incluso confiando en Infojobs, que dicen que el hermano del amigo de fulanita consiguió un trabajo gracias a esta plataforma.

Entre tanto, mandaba currículums. He de decir que, por circunstancias de la vida, mis estudios no son demasiado extensos, pero mi experiencia me avala. Aunque por momentos olvido que esto es “Spañistan” y los empresarios quieren una “chica Barbie” (Literalmente escuchado en una entrevista), con estudios, máster, ocho años de experiencia y, por supuesto, menor de 25 años. ¡Ole vuestros escrotos¡ Un mes después de poner aquel anuncio del que casi me había olvidado, recibo este precioso Whatsapp :

 IMG_20170530_210318

Me pilló por sorpresa, la verdad. Hasta me lo tomé a broma. Era sábado por la tarde, alguien habría tenido mucho tiempo y se habría estado dedicando a “trolear” a los primeros números de teléfono que encontrasen. Así que decidí ser “ZEN” y dejarlo pasar.

Mismo sábado, unas horas más tarde. Estoy de paseo por Madrid, despejándome después de una mañana escribiendo cartas de presentación, cuando recibo otro mensaje de otro número completamente diferente:

IMG_20170523_213509

Vamos a hacer un parón. Me cabree, me asusté y sí, me dio el bajonazo. Llevaba tanto tiempo buscando trabajo que me decepcionó profundamente que la conversación hubiera llegado a aquellos tintes eróticos festivos. Quise llorar y le mandé un pantallazo a mi chico, que no tardó en contestar. “Mándale esto, a ver qué pasa” Y me mandó una foto que rápidamente se había descargado de google.

IMG-20170530-WA0015

Por si alguien no lo ha adivinado con tanto pixel sí, es un falo. Y me metí en su juego. La verdad es que hasta me dio pena pero, por vez primera en mucho tiempo pensé en mí: “pena no, esto que te están haciendo no es justo”. Y continuó la conversación:

IMG_20170523_213630

   

Osea, que todo este rollo era para ver un par de tetas. Vaya trabajazo que se ha marcado cuando podría haber accedido a chatroulette sin más. Entiendo. La verdad es que me estaba divirtiendo y no iba a dejar que se saliera con la suya. 

Se acabó la conversación porque le dio un derrame cerebral al intentar procesarlo, o eso supongo yo.

Pensé que sería un caso aislado, así que intenté seguir con mi vida. Le pregunté a un colega que es guardia civil si sería de ayuda que diese esos datos en la policía por si en un futuro pudieran servir (Llamadme victimista, exagerada o lo que queráis, pero por mi cabeza pasó de todo), pero me dijo que no iba a servir de nada. Así que me guardé las conversaciones por si acaso. Por cierto, las ganas de llorar se me quitaron, la conversación con este enano mental me dio muchas risas y muy fuertes.

Pues no, esto acababa solo de empezar. Día siguiente, domingo justo antes de comer recibo un llamamiento de una “empresa de limpieza”. Es el siguiente:

 IMG_20170530_213524

Este, este fue el mensaje que me desmoronó de verdad: ¿Nadie iba a darme una oportunidad, solo por que mi peso sea superior a 60kg?, ¿de verdad que no sirvo para trabajar ni limpiando?, entonces… ¿Qué hago con mi vida? Después de este mensaje vino una vorágine de lágrimas, dolor, impotencia y odio que tardé días en parar. Aunque eso, de nuevo, es otro tema a tratar que tiene que ver todo con lo que estoy exponiendo, pero navegar en él sería más tedioso que seguir haciéndolo en la pecera egofálica, así que otro día.

Cuando ya me hube recuperado de este último golpe, recibo un mensaje de la propia página. Alguien me había escrito haciéndome una pregunta muy importante y decisoria para contratarme:

 IMG_20170530_214435

 

Durante las siguientes semanas he recibido un sinfín de ofertas y mensajes por el estilo. Fotografías eróticas, compañía y “algo más”, pisar cangrejos… Vamos, lo típico que busca una chica para tener lo que se llama un trabajo “digno”. Que yo no digo que si hay alguien que no le importe este tipo de trabajos acepte, pero entrar así a alguien que busca la forma de subsistir es jugar con sus sentimientos, jugar con su baja moral y jugar para que acabe aceptando. Yo necesito dinero, por supuesto, pero no tengo cargas. Con esto solo puedo pensar en las miles de madres solteras (o no) que tienen que hacerse cargo de sus hijos con media jornada. Pienso en ellas y en la desesperación y pienso en ellas aceptando algo que de primeras no buscarían. ¿Tan difícil es poner un anuncio en el que especifiques que buscas una chica para ese tipo de tareas?

Pero a esto hemos llegado, al punto en el que una mujer está desaprovechando la oportunidad maravillosa de ganar dinero si dice que no a un hombre que la quiere como objeto, en un mundo en el que este tipo de actitudes están tan arraigadas y asumidas que solo nos queda intentar hacerlo lo mejor que podamos con las generaciones que tenemos a cargo, de lo contrario… En fin… Esto es lo que les espera.

 

Autor:  Jud Aku Caracoles.