Yo no sé si le pasa a todo el mundo, pero yo cuando tengo que hacer dieta (puntualizo tengo, porque nunca es porque a mí me apetezca sino por alguna cosa de salud) me convierto desde el minuto uno en una bruja del demonio. Me paso los días queriendo matar a la mitad de la población y queriendo comerme a la otra media. No me aguanto ni yo, por lo tanto es imposible aguantar a los demás.

En general si me prohíben algo, se convierte automáticamente en lo que más me apetece hacer. Pero ya si nos metemos en tema comida, y tengo una lista enorme de cosas que no puedo comer, es cuando creo que voy a volverme psicópata de repente y voy a ponerme un mono amarillo y a empezar a hacer kill bill por la calle. Soy como una pantera enjaulada con platos de lechuga dentro de su jaula y filetes crudos fuera. ¡Quiero romper los barrotes yaaaaaaaaaa!

kill-bill-fuera

Cuando hago dieta me molesta todo de todos, hasta que respiren. Pero hay algunas cosas que me crean agresividad máxima.

Que te pregunten todo el rato cómo va la dieta. ¿Pues cómo narices va a ir? Si como más verde y más zanahorias que Bugs Bunny. Pues de puta pena.

– Que lleves dos semanas y la gente te empieza a decir para animarte: “Uy como se te nota que has perdido peso, estás más guapa”. Mira querida, en dos semanas he perdido dos kilos, y si me sobran 20 no se me nota una mierda, y más guapa no estoy, más que nada porque ya soy exageradamente guapa.  ¿Es tan difícil entender que hay personas que no necesitamos estar delgadas para ser felices? Y que no solo hacemos dieta para adelgazar, que a veces es por un problema de estómago, de digestión , de azúcar o porque te lo ha dicho el cardiólogo. Y no porque tú quieras estar delgada o te haga infeliz estar gorda.

Que te digan que por un día que te comas un donut no va a pasar nada. Claro que no va a pasar nada. Lo único que puede pasar es que cuando me lo meta en la boca después de llevar un mes comiendo puñetera lechuga quiera comerme toda la fábrica de Bimbo o incendiarla, según me de.

giphy (10)

A ver cuanto duras esta vez, porque la voluntad no es lo tuyo. Y seguir viviendo tampoco va a ser lo tuyo, te doy cinco segundos de ventaja para que empieces a correr y luego voy a por ti, que aunque este gorda con el asco que te tengo, te cojo fijo. ¡Ponme a prueba!.

No hace falta que hagas la dieta tan estricta, no estás tan gorda. Alguien le puede explicar a este ser ( porque yo ya no tengo mas paciencia) que no se hace dieta solo porque estés gorda y quieras adelgazar. Y que cuando no hago dieta me debe de mirar con otros ojos, ya que entonces no para de decirme que estoy demasiado gordaaaaaaaaaaaaa.

Si hicieras más ejercicio no haría falta que hicieras dieta. ¿Odiar a todos los que son como tú con todas mis fuerzas no es hacer ejercicio? Pues entonces empezaré a pensar en como los descuartizo y me los como poco hechos a la brasa. La carne a la brasa no engorda según mi dietista. Y mientras voy a buscar leña al monte seguro que quemo calorías.

giphy (24)

Si empiezas la dieta ahora, en verano ya habrás engordado otra vez. Y qué pasa, que en verano hay una ley de que las gordas no podemos circular por la calle, ¿hay toque de queda gordil? Claro estaría comiendo y no me enteré.

Así es que de verdad, cuando alguien de vuestro entorno esté haciendo dieta, callad.  Haced como si no hubierais oído la palabra dieta. No os ha pedido vuestra opinión, ni vuestra ayuda, ni vuestros consejos. Solo está sufriendo en silencio, y si vosotros no podéis mejorar ese silencio, no abráis la puñetera boca. Fin.