Yo vi esta película cuando tenía veintiseis años, y desde entonces busco a Noah, ¿Dónde está mi Noah?, ¿Qué le ha pasado? ¿Me estará escribiendo cartas aún que yo no he recibido?, ¿Habrá acabado ya nuestra casa? .
Desde que la vi, miro a mi madre de otra manera. Yo tuve un par de amores de esos de verano de cuando te llevan al pueblo de tus abuelos y te enamoras locamente del chico del pueblo y él de ti porque eres de ciudad y molas más. Y luego cuando te vas del pueblo te pasas llorando un mes porque no le volverás a ver, al menos hasta el año siguiente, si tus padres te envían al pueblo otra vez, porque si deciden enviarte a Londres a aprender inglés, a la mierda el cuento otra vez.
Total, que me voy del tema. Que después de ver peli, fui a casa de mi madre y le dije: “A ver dónde están mis cartas, ¿Me las has escondido?”. Y mi madre: “¿Qué cartas?”. Y yo: “ No disimules mamá, las que me escribió mi amor del pueblo, una cada día durante un años y tú me escondiste para que siguiera estudiando, dámelas”. Y mi madre: “¿Pero que te has tomado, te has drogado?”. Y yo: “ Mamá te he pillado, lo hiciste para que me casara con mi marido de ahora ¿verdad?”. Y mi madre: “Pero si tu marido me cae fatal, es un gilipollas…”. Y yo: “Uf, esto no se parece nada a la peli”.
Pero vaya, aún tengo la duda de que no se haya escondido las cartas aunque sea por joder.
Y con ese desasosiego me fui a mi casa con mi marido gilipollas pensando: “ Este no es Noah, ¿Qué hago?”. Lo tengo claro porque nunca me ha hecho bailar en medio de la Diagonal de Barcelona una canción romántica.
Y me divorcié, y empecé mi búsqueda de Noah, ese tío guapo, chulito, que te vacila un poco pero que se enamora perdidamente de ti y te espera para siempre, y aguanta que seas una pija mimada e histérica de la vida, que no sabe lo que quiere ( yo). Entonces pues yo iba conociendo hombres de ese perfil y cuando llevábamos un tiempo pues yo desaparecía, y bueno pensaba,»Cartas no me va a enviar , pero un mensaje de texto…». Pues nada, que no me decían nada nunca más, y yo: “¡Pero a ver, que esto no va así!”. Ahora tienes que sufrir por mí y hacer una casa con ventanas azules para los dos mientras no vuelvo.
A alguno le pregunte y todo, “Perdona hace un año que no hablamos pero ¿Has acabado nuestra casa?”. Y nada, me bloqueó el tío , no sé.
Y claro pues esto me crea una ansiedad, que pienso: “Y cuando se me empiece a ir la chaveta y a no recordar nada, como no he tenido hijos, ni he encontrado a Noah, ¿Quién vendrá a leerme a la residencia?, ¡Quién!”. Porque claro yo ya estoy entrando en una edad, que tendremos que adoptarlos si tarda mucho, y eso ya, no mola tanto como el cuento.
Total que ahí sigo con este vacío dentro que no me deja avanzar, buscando a Noah en cada hombre que conozco sin encontrarle, que yo mira, para que le sea más fácil, la casa ya la tengo, así ya no la tiene que construir, pero ni con esas.
Así es que por eso he decidido hacer este llamamiento. Noah estoy aquí, deja de estar deprimido en el lago rodeado de cisnes, deja de no afeitarte y torturarte, yo te quiero Noah.
Ven a buscarme ya, antes de que me de alzheimer si puede ser. Que cada vez que la mujer del tiempo dice que va a diluviar, yo me pongo tacones y un vestido monísimo por si te encuentro y echamos el polvo de nuestra vida empapados de lluvia.
¡Noah soy yo, Noahhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh!.
P.D: Y así es como la puta película del diario de noah jodió mi vida, Fin.
