Sí, querida adolescente, tus shorts es posible que escandalicen a más de una y de dos personas, pero créeme que yo, (y toda mi generación) que estoy camino de ser una señora respetable y todo: enseñaba mucha más carne que tu. Y como yo muchos y muchas de los que hoy se escandalizan.
Para empezar jugaba al baloncesto y me ponía camisetas de tiras flojitas sólo con un sujetador/top debajo. Y jugaba así y se me veía todo. Y molaba porque salía en los vídeos de Britney y entonces Britney aún no se había rapado la cabeza y esas cosas todas. OH MY GOD!!!
En los noventa cuando Bershka llegó a nuestras vidas, comprábamos vestidos de fiesta llenos de brilli brilli mucho más pequeños que cualquiera de tus bonitos camisones de Oysho. OH MY GOD!!!
El crop top formaba parte de nuestras vidas, no sabíamos que se llamaba así y lo combinábamos con pantalones de talle bajo y tangas de colores. Éramos muy, muy, muy enseñonas de hucha traseril y además muy horteras en nuestra combinación de colores. Oh MY GOD!!!!
La lycra campaba a sus anchas, marcando cada bonito centímetros de nuestra piel. Y como se nos ajustaba, pasábamos de llevar sujetador. Un airecillo traicionero en medio del verano y pezones modo on. OH MY GOD!!!!
Hacíamos gimnasia con el ombligo al aire, pantalones flojochos caídos y tops que tapaban muy poco. Eso si, luego la sudadera de ponerse por encima era grande como un mundo. OH MY GOD!!!!
Nos gustaban los escotes de vértigo, literalmente hasta el ombligo, y nos pasábamos luego toda la noche colocando para que no se viese el pezón. Si, sólo el pezón era el límite, el resto estaba bien fuera. OH MY GOD!!!!
Estilo masculino era coger una camisa de cuadros, dejártela abierta y anudarla para que se viera simultáneamente escote y ombligo. Más tanga asomando en vaquero de talle bajo y pierna ancha y botas de vaquera loca de venychúpamelapunta. OH MY GOD!!!!
Llevábamos minifaldas que eran más pequeñas que muchos shorts que se ven hoy en día. Y teníamos que llevar un pañuelo o jersey en verano para poder sentarnos sin quedarnos pegadas a las sillas. Teníamos una elaborada técnica para sentarnos y levantarnos que requería el uso de carpeta, mochila o jersey para que no se nos viese hasta el carnet de identidad al entrar y salir de clase. OH MY GOD!!!!!
Si teníamos complejo de culo, nos atábamos un jersey o chaquetita fina al culo con extremo cuidado de no tapar la hucha traseril. Y nos probábamos los vaqueros agachadas en el probador mirando el efecto del culo. Si hermana, tu también lo has hecho y lo sabes! OH MY GOD!!!
Ok, Y sin ser de cuadros!
Y aquí estamos ahora, criticando los shorts que llevan otras; porque tenemos poca memoria y como no había ni facebook, ni instagram, ni snapchat, ni móviles con cámara hay pocas pruebas de todas nuestras modas juveniles y pecados estéticos varios. Y a lo mejor un poquito por envidia, y por inseguras, y porque se nos ha olvidado cómo se siente una con quince años y nos da pelín de rabia que así sea.
Queridas todas, tenemos que dejar de criticar a otras mujeres por como se visten y darnos urgentemente al feminismo que nos vendría muy bien. Que igual estamos con nuestros comentarios legitimando ataques verbales y no verbales y eso simplemente no es bien y nos deja a todas en pelotas de verdad ante temas muy serios.
