En esta vida, existen dos tipos de personas: a las que les queda bien el autobronceador y a las que no. Yo muy a mi pesar, soy de estas últimas. ¡Y mira que lo he intentado todo! Primavera tras primavera, me he dejado seducir por esa piel color canela de las modelos de autobronceadores y me he creído que yo también podía cambiar en cuestión de horas, mi blanco reflectante, por ese morenito playero tan divino. Pues no ha estado de Dios. Y mirad que he seguido todas las instrucciones al pie de la letra, me he “exfollado” y vuelto a “exfollar”. Me he encremado todo lo encremable y me he muerto de desesperación andando por casa en bolas, hasta estar bien reseca. Pues nada, no ha habido manera. Pero yo soy de ideas fijas y estoy segura de que algún día no muy lejano, conseguiré superar la operación autobronceado sin liar alguna y sin humillarme públicamente. Por ahora, he llegado a la conclusión de lo que NO hay que hacer (al menos yo).

635716258197174914-712821638_vXOVW

SUDAR

El autobronceador está diseñado para esa gente perfecta que no suda. Si eres de las que como yo, en cuanto hace un poco de calor, empieza a sudar como un pollo: cuidado. Aquí a la menda, en plenas fotos de su graduación, de tanto foco, tanto nervio y tanto calor, se le quedó el bigote lleno de churretes. Y creedme, igualar eso con maquillaje no es tarea fácil. Y menos, si estás a punto del patatús en un baño ajeno, con tus amigas impolutas, intentando consolarte con un “tía si casi ni se nota”.

tumblr_mhxbfgLx8E1rgte7ro1_500

LAS DUCHAS DE BRONCEADO EXPRÉS

El concepto de primeras, puede parecer maravilloso. ¿Un sistema en el que no tienes que mover un dedo y sales de allí como si fueses una diosa de ébano? ¿Dónde hay que firmar? Pero claro, luego la realidad no es tan ideal. En tiempo record, (porque vives con el miedo de que el chorro te ataque en cualquier momento) te hacen desvestirte, ponerte un tanga de plástico más raro que el carajo, un gorro en el que como tengas más de cuatro pelos no tapa ni media cabeza y prepararte para que te rieguen de autobronceador como si fueses una plantación almeriense. El resultado, como era de esperar, es de todo menos uniforme (no os cuento como me quedó el culo).

ross-tanning-friends-gif

LA ROPA BLANCA

No sé vosotros, pero yo cuando me doy autobronceador, destiño. Y no os quiero contar, el bochorno que es estar en el gimnasio (¿he dicho ya que no sudéis?), secarte con esa toalla blanca tan monérrima que te dan y que la tengas que echar a lavar a escondidas, para que la gente no piense que eres una cochina que has dejado la toalla llena de mugre marrón. Pd: En mi caso, había una señora de la limpieza recogiendo personalmente CADA toalla.

Harry-Potter1

CRUZAR LAS PIERNAS

Ahí estás tú, con ese colorcito tan mono que has conseguido tras obrarse el milagro. Te sientas en una terracita y decides cometer la cagada de cruzar las piernas, las cuales, por supuesto, sudarán. ¿El resultado? Una raya blanca proporcional al ancho de tu muslamen, grabada en tu piel como la letra escarlata. Creedme cuando os digo, que hasta se me pasó por la cabeza, irme al baño y exfoliarme con los sobres de azúcar.

tumblr_n8cw0rQbG71qzw36yo1_500

USAR TOALLITAS AUTOBRONCEADORAS

 Deberían de obligar una licencia para aplicarse este formato. Si ya de por sí, yo no me apaño con los que van en crema con color, imaginad con unas toallitas. Es abrir el envase y se puede oler el desastre. Más que nada, porque tú al principio empiezas a verte con colorcito, pero a medida que pasan las horas, vas convirtiéndote en Valentino.

Bride-Wars-orange-tan