Que el cuerpo de la mujer está hipersexualizado no es nada nuevo. En pleno siglo XXI el desnudo femenino sigue siendo puesto en entredicho y todavía hay quien se escandaliza al ver una mamella o un poco vello púbico. Los atributos sexuales femeninos (genitales y pechos) son un tema de morboso tabú; solo hay que ver como un simple pezón (de señora, los de señor, como siempre, dan igual… oh wait!) puede poner en jaque la integridad de tus redes sociales. Precisamente para reivindicar esto surgió Genderless Nipples, una iniciativa que reta a los señores de Instagram a decidir sin son pezones válidos o un particular objeto de deseo, incidiendo en la idea de que un pezón es un pezón al margen de los genitales que se tengan. El hashtag #FreeTheNipple juega a lo mismo, intentando desmitificar la carga sexual de nuestras pechugas. Y es que nos tienen hasta el higo con esa doble moral tan de nuestro tiempo, que se dedica a criminalizar el desnudo en lugar de normalizarlo.

En los últimos años ha surgido un movimiento de empoderamiento fortísimo que incita a cada vez más mujeres a tomar conciencia de sus cuerpos y a mostrarlos libres, perfectamente imperfectos y maravillosos. Internet, a pesar de la doble moral de la que hablábamos, ha servido como soporte para estas reivindicaciones y cada vez más publicaciones y personas famosas se suben a la ola de la denuncia desde una perspectiva combativa y feminista. Un claro ejemplo es el de Ana Polvorosa, que ha posado semidesnuda para un reportaje de S Moda en el que han participado diferentes mujeres del artisteo, para intentar acabar con los estereotipos sexistas en torno al cuerpo femenino. El revuelo se ha montado porque la actriz ha subido una de las fotografías de la sesión (con los pezones difuminados para superar la censura de la plataforma) a su cuenta de Instagram con un mensaje muy importante e inspirador:

Nos parece muy importante que mujeres famosas (fuertes y fabulosas) lleven a cabo estas iniciativas porque viralizan, ayudan a la concienciación popular  y ponen en la agenda pública cuestiones que de otra manera se quedarían exclusivamente en el activismo (que ojo, viva el activismo… pero es necesario que el mensaje llegue a todos los rincones posibles para empezar a cambiar algunas cosas).

La foto de Ana Polvorosa es increíble, pero sus palabras son tan claritas y tan bien puestas que no podemos hacer otra cosa que aplaudirle fuerte (con el coño y todo) y pensar en que, aunque parece que las conciencias se alteran para bien, aún queda muchísimo trabajo por hacer (solo hay que ver algunos los comentarios que le dejaron, pasándose por el forro el tema reivindicativo y a tope de ungaunga). Pero quedémonos con lo bueno, pensemos en sus palabras, soñemos con que el mensaje se empieza a tatuar a fuego en las cabezas…

Que el cuerpo desnudo de una mujer no signifique cosificación, sino libertad y empoderamiento. La masculinidad también es patrimonio de la mujer. (…) Nosotras decidimos Como y Cuando. 

 

La foto sin censurar:

anapolvorosadesnuda

Las fotografías son de Javier Biosca.