Imagina por un momento que ligas una noche cualquiera. Da igual el escenario, da igual la canción que estuviera sonando y da igual lo borracha que estuvieras. Has ligado en un bar sin necesidad de meterte en Tinder y eso es casi un milagro en los tiempos que corren. Te acuestas con la persona en cuestión, pasas una noche estupenda y, aunque vivís en ciudades distintas, decidís mantener el contacto porque os lo habéis pasado pipa y mira… ¿quién sabe lo que puede pasar?

Pues pasa que, después de hablar por teléfono todos los días y de haber hablado incluso de mantener una relación a distancia, te armas de valor y decides invertir tus ahorros en coger un vuelo para ir a visitarlo y revivir esa noche de pasión. Vas muy contenta y con muchas ganas, hasta que llegas al aeropuerto de su ciudad y ahí no hay ni el tato. Esperas durante horas y nada, no aparece nadie… Por tu cabeza pasan miles de pensamientos chungos, pero sigues ahí hasta que recibes un mensaje de whatsapp: «Has sido cerdeada (un par de emojis de cerdo). Ha sido todo una broma». ¿PERDONA? Y ahí estás tú, en un aeropuerto desconocido, sin entender absolutamente nada y con la dignidad completamente rota. Encima, cuando pides explicaciones, va el señoro te bloquea y se queda tan pichi el tío.

 

Pues esto, amichis, le ha pasado a una inglesa de 24 años llamada Sophie Stevenson y, en realidad, nos podría pasar a cualquiera. Y sí, es casi peor que un fucking catfish«Pull a pig» es una broma (por llamarla de alguna manera) machista y misógina que tiene como único objetivo ligarse a la chica más gorda y más fea. ¿Las razones? Desconocidas… aunque nos da en la nariz, llamadnos raras, que algo de querer humillar a las mujeres hay por ahí. Hay que estar muy mal de la cabeza y tener muy poca empatía para encontrar divertida semejante barbaridad sin pensar en las consecuencias y en como puede afectar a la autoestima de la persona que lo sufre.

«Es embarazoso, es humillante. La única razón por la que hablo de esto es porque no quiero que le pase a otras chicas», dijo Sophie en un programa de la televisión inglesa.

El señoro en cuestión es un holandés de 21 años que se llama Jesse Mateman e intentó negarlo todo, claro. Se habrá hecho caquita después de que su víctima hiciera pública la bromita del demonio en un programa de televisión y empezara a recibir todo tipo de comentarios poniéndolo a caer de un burro. Y, aunque el abogado del señoro ha lanzado un comunicado en el que admiten que Jesse y Sophie habían pasado la noche juntos, siguen negando que mantuvieran el contacto después y encima dicen nosequé de una caza de brujas… ¡tócate un pie!

Aquí tenéis a Sophie y al señoro la noche que se conocieron en Barcelona.
Aquí tenéis a Sophie y al señoro la noche que se conocieron en Barcelona.

No sabemos si esta historia llegará a esclarecerse algún día, pero sabemos que ella no se lo ha inventado porque hemos sufrido cosas parecidas. Eso sí, no podemos parar de preguntarnos qué tipo de cabeza perturbada puede llegar a sentir placer haciendo una cosa tan cruel como esta. Así que nos parece genial que Sophie lo haya denunciado públicamente, porque acciones de este calibre nos demuestran que aún queda mucho trabajo por hacer para acabar con este tipo de abusos.

Así que gracias Sophie, gracias por ser valiente y contarlo. Gracias por pensar en todas pese a lo ridícula que te has podido sentar y a lo doloroso que esta siendo para ti. Gracias por todo, de verdad. 

Imagen destacada.