No sé qué pasa, pero podría contar con los dedos de mi mano las habitaciones de alquiler temporal (y no tan temporal) que no se parecen a una celda de Guantánamo. A ver que me explique: una cosa es que no quieras invertir en decoración, porque sabes que en dos semanas vas a estar en otro sitio y otra muy distinta, es que lleves dos años y sigas con la bombilla pelada que te encontraste al llegar y una solitaria silla de estilo indefinido como “chica para todo”. Eso sí, hay un denominador común que nunca falla y que cuando uno se independiza no duda en comprarse nada más llegar: una cama de 1,50. Y da igual que a tu cuarto tengas que saltar desde la puerta, para las artes amatorias siempre hay espacio. Por otro lado, están las personas que piensan que darle vida a un espacio es irse a IKEA a hacerse un total look y ¡qué casualidad! terminar con la misma composición que todos los independizados del mundo. Aunque dentro de esa categoría distingo dos subgrupos, para mi fundamentales: Lo que son el anticristo de la estética y que han dedicado todun día a elegir la colcha más fea de todo el departamento (que casi prefiero que se queden con la versión Guantánamo del principio) y los que tienen buen gusto, pero falta de recursos. Os hago un retrato robot del segundo, porque si lo hago del primero alguno se me puede cabrear: Cama LEIRVIK, colcha colección EMMIE ROS y estantería EXPEDIT. ¿Os suena no? Y Ojocuidado, que soy una megafan de la firma sueca, pero es que me da mucha perecita la gente que recurre a ellos como única opción. Así que he decidido dedicar mi post a que veáis que hay vida más allá de IKEA ( o para que  por lo menos, customicéis un poco la cosa).

Cuando vivimos de alquiler, lo normal es que los arrendadores no nos suelan dar demasiada libertad a lo que a decoración se refiere. De muchos de ellos, lo máximo que conseguimos es que nos dejen pintar las paredes en un color tirando a discreto, que luego a ellos nos les cueste cinco botes de pintura quitarlo. Así que para estas pistas deco me voy a ceñir a la realidad y me voy a centrar en detalles de “quita y pon”. Aquí van.

– Vinilos: Son la alternativa perfecta al papel pintado. Además de que se ponen en un plis- plás y puedes quitarlos y ponerlos unas cuantas veces, son una opción lucida y barata. Los de Chispum me chiflan.

 

– Guirnaldas: Otra opción flash y que además os recomiendo encarecidamente. Si eres una lectora fiel y te has leído mis anteriores posts, te acordarás de las maravillosas guirnaldas de Studio Mucci.

– Cojines: No te digo que te líes a poner cojines como una solterona loca, pero tu solitaria colcha te agradecerá algo de compañía. En HM HOME tienen unos que molan mogollón.

 

– Ilumninación: A estas alturas de la peli ya os habréis dado cuenta de que la luz lo es todo. Disimula defectos y potencia virtudes. Al igual que una buena luz hace milagros con ese grano inoportuno que te ha salido, también lo hará con el horrible gotelé que inunda hasta el techo de tu cuarto. Apuesta por luces indirectas y de temperatura cálida. Las de Urban Outfitters a modo de guirnalda  son lo más.

 

– Objetos de decoración: Cuantas más cosas cuquis tengas, menos te fijarás en ese suelo de gres horroroso, cuyo color no has sabido definir en los dos meses que llevas ahí metida. Estas letras de Miss Poppy Design y de Hello Charlotte James me tienen loca.