El sol sale por la mañana, los pájaros cantan, la vida transcurre con normalidad, hasta que te llega un mensaje de facebook de tu amiga Marta de la Universidad.
Luuu, ¡cuánto tiempo! ¿Cómo te va todo? Tenemos que ponernos al día pronto, eh.
Tengo algo muy especial que contarte. ¡Me caso con Juan, tía! ¡Al fin!
Es este verano en Vigo en un pazo, el menú va a ser solamente marisco, y vamos a traer orquesta, bailarines, muñeira, gaitas. ¡Va a ser por todo lo alto!
Será de tarde-noche, así que las chicas tenéis que venir de largo, ¡y además todas de rosa, como en un cuento de hadas! ¿a que mola?
Te mando después el número de cuenta y un vídeo explicativo de un baile performance de la canción de Thriller que quiero que hagáis los invitados.
Por supuesto cuento contigo. ¡No puedes faltar! ????
A ver, a ver, un momentito… ¿Cómo se responde a una invitación de boda que te envían por facebook? ¿Qué le mando, una invitación para jugar al Farmville? ¿Le envío vidas del Candy Crash Suggar? ¿En qué ser te has convertido, Marta? Y evidentemente ya sé que a una boda hay que ir dando un regalo, casi siempre regalando dinero. Pero cuando la gente te manda una invitación de boda con el número de cuenta, me dan ganas de domiciliarle la factura del móvil.
Hay que ver cómo nos las montamos los gallegos, que hacemos del menú de boda una máster class de marisco. Basta ya. Desde aquí lo digo. Y mira que yo por el marisco mato. Pero tía, no hagas una boda en julio en un pazo gallego con un menú de 300 € por cabeza. No traigas gaiteiros, el circo del sol, un barco de Pescanova lleno de Estrellas Galicia y la orquesta Panorama, porque entre vuelos, regalo, vestido, despedida de soltera y peluquería voy a tener que prostituirme para pagar una boda ajena en las Rías Baixas. Mandad StopBodorrios al 11811. Ojalá una petición en Change.org para crear una plataforma de afectados por invitaciones a bodas.
Además… ¿Vestido largo rosa? ¿Yo? Tía, que yo siempre salgo de negro, que rosa no tengo ni la piel porque soy blanca nuclear, ¿y quieres que me vista de rosa? ¿Para qué? ¿En qué me convierto? ¿En la princesa Peach?
Y no siendo suficiente todo el marronaco, quieres que me aprenda una performance, en diferido, de «Thriller«, desde el salón de mi casa. Marta, que yo te dejé copiar en el examen de dirección financiera, tú eres una hija de puta.  Que la última vez que hice un baile tenía 6 años, con la canción «Ilarilarilé» de Xuxa y me tropecé, caí, y rompí una estatua de globos que había en el centro del escenario. ¿Desde cuándo ha salido bien un baile grupal con gente descoordinada como yo? Jamás. En la vida.
Pero no te preocupes porque ya tengo la venganza planeada. Pienso casarme en un resort del Caribe con todas vosotras con vestidos azules, bailando Dirty Dancing y un velero en alta mar. Sólo me falta encontrar el marido.
dama de honor
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@LuciaLodermann
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