Me siento desbordada e indignada a partes iguales con el Reino Unido. Así, a modo general. Desbordada por la cantidad de foros de debate abiertos en torno al asunto desde que saltó la noticia. E indignada por la noticia en sí. ¿Cómo, que no lo sabéis? Reino Unido está planteándose poner una tasa a las personas obesas para (según ellos) “controlar” este problema de salud. La tasa en cuestión se aplicaría a la hora de viajar, como no.
Así que yo, a mi vez, me planteo cómo lo harán. Y claro, aquí se abre un amplio abanico de posibilidades:
. ¿Pondrán una báscula antes del check-in? Porque claro, imagínate que además de perderte el viaje, te pierden la maleta. O, peor aún, que trucan la báscula en… No sé… ¿10 kilos por arriba? ¡Tragedia griega como mínimo!
. ¿Cómo irá la proporción para generar la tasa, será única en cuanto vean que somos obesos o lo calcularán por gramos? Chiste fácil lo de los gramos, sí, vale.
. ¿La tasa varía si tienes sobrepeso por un tema de enfermedad o por simple elección? En este caso, yo siempre voto por un test previo, a poder ser rellenarlo vía Internet, no vaya a ser que no podamos evitar el soltar uno de nuestros rollizos brazos en la cara del entrevistador o entrevistadora.
. ¿Las embarazadas entrarán en esta distinción de sobrepeso? O, al revés, ¿y si no estás embarazada pero sí tienes sobrepreso y creen que tu (supuesto) estado de buena esperanza te convierte en exenta? Hecha la (supuesta) ley, hecha la trampa. Porque, qué queréis que os diga, no me imagino a los empleados aeroportuarios pidiendo ecografías a diestro y siniestro, la verdad.
. ¿Un detector de sobrepeso, quizás? De esos que registren las calorías a modo de radiografía.
. Si ya has pagado la tasa, ¿no te sirven la bandejita de comida? Porque vale, no son unas delicatessen culinarias pero, oye, como que sacian un poquito hasta que te bajas del avión. Lo digo más que nada por llevarme el tupper de casa en el bolso…
¡Ay, estos hijos de la Gran Bretaña! Creo que deberían de plantearse una tasa de inteligencia paranormal dentro de sus cargos políticos. No vaya a ser que un día les de por proponer dobles asientos sin recargo adicional y nos hagan la vida (un poco) más fácil.
