Hay mujeres que tienen una relación de amor y cordialidad con su pelo. Yo no. Mi pelo se niega a soportar los peinados. Y cuando hablo de peinados no me refiero a los más elaborados, si no a un triste efecto mojado o una coleta que se mantenga, al menos, media hora en su lugar. Mi pelo no se queda donde yo quiero porque es fino y seguro, cual compresa con alas y más chulo que un ocho, y cada día soporto su paso de todo y no me pongas más horquillas que no te va a servir de nada. 

Así debe de ser mi pelo cuando me chulea

A pesar de no tener el pelo largo, el drama es diario porque solo hay dos momentos en los que consigo tener mi pelo como yo quiero: nada más levantarme (sí amigas, es la única forma de conseguir ese peinado despeinado) y cuando lo tengo sucio ( es lógico, toda la mierda que hay en él hace efecto pegamento). El problema es que, en el primer caso, oigo la voz de mi madre ¡pero adónde vas así, péinate que pareces una pordiosera! y yo voy y me peino, y lo fastidio todo. Y en el segundo, la higiene siempre gana y la vuelvo a fastidiar.

No todo el mundo comprende que tu pelo pase de ti y eso hace la vida más dura porque:

  • No son pocos los que se ríen de mí: porque soy incapaz de separar tres tristes mechoncitos para hacerme una trencita simple, se ríen  de los pelos que tengo siempre, de mi coleta raquítica o de mi pelo encrespado. ¿Sabéis qué? No está en mis manos ¿Vale? ¡Es mi pelo! ¡MI PELO!

 

  • No hay crema fijadora que fije nada, lo único que consigo es un pelo pringoso y apelmazado y que toda pelusa con la que me cruce acabe pegada a mi cabeza.
  • Huyo de todo lo que tenga que ver con la belleza capilar. Me da igual que sean anuncios  de champús, tutoriales, artículos… huyo de todo eso, tengo que hacerlo si no quiero verme a mí misma frente al espejo intentando imitar a la tipa de turno que dice  oh mira qué fácil, en dos minutos tienes un peinado estupendo y acabar con una crisis nerviosa en el suelo del cuarto de baño porque su «coleta sencilla» a ella le sale perfecta  y yo tengo más huevos en la cabeza que una granja de gallinas.

absurdnoise movies horror woman horror movies

  • Jode y mucho ver a chicas hacerse una trenza/coleta/moño superchulo mientras caminan, y yo no soy capaz de ponerme el pelo detrás de las orejas sin parecer una menina o el propio Velázquez.
  • Ya sé que mi pelo está hecho un desastre, así que no me lo digas, porque repito: no es culpa mía. Aunque no te lo creas, he estado una hora colocándome horquillas para mantener el pelo bien recogido, me he rociado media cabeza con laca mantener a raya esos pelilllos rebeldes, me he colocado por el olor y me duele la cabeza por las malditas horquillas…¿Y todo esto para qué? Para salir a la calle y que la brisa -que ya no el viento- eche por tierra todo mi esfuerzo.

film bridget jones renee zellweger bridget jones's diary i apologize my coloring

¿Solución? Ninguna. Así que si sufres el mismo mal que yo, te aguantas. Solo te queda querer a tu pelo tal y como es, y si has salido de casa con el pelo mojado por las prisas, asumirás que en cuanto se te seque parecerás un electroduende, pero no pasa nada, porque para eso existen gorritos muy bonitos que te hacen el apaño.