Lo primero que quiero aclarar, es que yo no me he puesto un chándal jamás. Hablo desde que tengo uso de razón. Porque cuando empecé a tener consciencia, y mi madre quiso ponerme el chándal del colegio, si aquel con las letras del nombre de tu cole en la espalda. En ese justo instante me giré y le dije: “Perdona”.

 

 Y como siempre he sido una niña igual de buena estudiante como de tocapelotas.  La siguiente vez que lo intentó la miré fijamente a los ojos, puse mis  manos en la cintura, mientras se escuchaba de fondo la música de las películas del Oeste de Clint Eastwood y le dije: “Mamá, tienes dos opciones, o estudio o me pongo eso y hago gimnasia, elije”. Nos miramos durante unos segundos a los ojos, mientras pasaba una bola de matojos y se escuchaba el sonido del viento. Y ella asintió. Al día siguiente envió una carta al director para que yo no hicieses gimnasia nunca más. Y fue una pena, porque no aprendí nunca a hacer volteretas hacia delante y hacia atrás, y tampoco a saltar al potro. Que como todos sabéis son cosas básicas en la vida diaria, de hecho yo creo que los que mejor lo hacían de la clase, son los que más han triunfado en la vida.  Seguramente Amancio Ortega era el que mejores volteretas hacía de su curso. Por eso yo, pues solo escribo post. Que le vamos a hacer.

Si eres cantante de Rap, bueno…

 

Total que voy a enumerar unas cuantas razones, de los millones que podría decir, por las cuales no debemos ponernos ese atuendo horripilante.

  • No se pueden llevar tacones con el. Si es verdad, que alguna moderna después de verlo en un desfile de Versace ha cogido y se lo ha puesto, pero querida, en el fondo todos sabemos que es una gran horterada.
  • Porque solo se puede usar con deportivas, que como su propio nombre indica son zapatos para hacer deporte, o sea, horribles. En mi juventud las que molaban eran unas Reebok de bota blancas, que en cuanto te las ponías con el susodicho , dejaban de molar. Y ahora hay deportivas molonas, vale, pero quedan bien con vestidos, con vaqueros, con traje, con todo menos con el puto chándal.

 

  • Porque no se puede llevar pamela, creo que es un motivo de peso.
  • Ningún bolso combina con el. No existe un modelo que quede bien, a no ser que sea una mochila o una riñonera, que si eso ya hago otro post otro día para que las prohíban también.
  • Porque es como ir en pijama por la calle, solo que algún cafre se inventó, que si es de ositos es pijama y si es de otro estampado es de calle, pero ¡Es lo mismo!. Y las únicas que tienen derecho a ir en zapatillas y bata a la calle, son las marujas del pueblo, es su informe, pero los demás no tenemos necesidad de hacerlo.
  • No es ropa de deporte, no señoras no lo es, porque yo no he ido a un gimnasio en mi vida, pero en Instagram veo a las chicas que van con unos leggins fosforitos a juego con la camiseta y las deportivas, monísimas ellas y eso es un “no chándal”.
  • No puedes ir maquillada , que hay gente que va con su contourning, sus joyas, su bolso de firma y su chándal. Pues vale, pues bueno, pues adiós, no tengo nada más que decir.
  • El único peinado que queda bien es una coleta, y no una de esas perfectas no, una mal hecha. No me veo yo con las ondas al agua, y el puto chándal.

 

  • Porque no estamos en los 80, si aquellos años donde se puso de moda aquel chándal de tactel, que todo el mundo llevaba, menos yo, claro. Que las madres iban al Pryca (Carrefour de ahora, para los jóvenes que no lo recordéis) y compraban 5×6 en chándals y se los ponían a sus hijas todos los días de la semana, y guardaban uno para el domingo. Que yo tenía una amiga, que su madre le pasaba una bayeta húmeda por encima para quitarle las manchas, ya que era como un puñetero plástico, y hala, a la calle de nuevo. Y diciendo: “hija no te acerques a nada inflamable”, porque aquello debía de arder como gasolina.  Que parecía que se habían escapado miles de personas de las pistas de sky de Baqueira Beret y estaban dando vueltas por las ciudades. ¡Par favar!.

 

  • Porque no puedes hacer nada serio con el puesto, porque hay ropa de cocktail, de boda, de noche, de día, casual… pero ¿Cuál es la ocasión para el chándal?.

Y a mí no me sirve eso de que es cómodo, porque chica, para ir cómoda o estar por casa, hay camisas anchas, leggins, tejanos con goma que no aprietan, camisetas, de todo menos esoooooooooooo.

Así es que por favor, señores que se dedican a fabricar chándals,  o chándales, o chandares ( si es que ni siquiera tiene un plural digno) ¡Paren ya!. Hagan ropa horrible para quechua, camisetas de “Claro que sí, guapi”, lo que sea, pero esto no. ¡Ya es suficiente!.

 

Porque es lo único en el mundo que no quedaría bien con unos Louboutin, porque no le queda bien ni a Miss Universo, porque es el antídoto de la lujuria, porque es como ir vestida de niña de parvulario, porque es como andar por el mundo con un camisón de la casa de la pradera, o sea innecesario. Por mí, por la sociedad, por el cambio climático, por las ballenas, por las focas del ártico, porque vuelvan los unicornios y no se corten las venas,  por todos, por Dios. ¡Muerte al chándal ya!.