13 de agosto de 2016. La haltera española Lydia Valentín, de 31 años, se lleva la medalla de bronce en los Juegos Olímpicos de Río pero qué más da, amigos: lo verdaderamente importante es el debate que se genera en Twitter porque los músculos de Lydia, a vista de muchos tuiteros, no son nada sexy. Eso es lo verdaderamente importante, no que Lydia haya marcado un antes y un después en la historia de la halterofilia española al ser la primera medalla olímpica que el país se lleva en esta disciplina.
11 de agosto de 2016. El etiope Robel Habte participa en los 100 metros libres de los Juegos Olímpicos como atleta invitado para Natación. Algunos no lo sabréis, pero en los Juegos Olímpicos se invita a atletas para fomentar la representación de diferentes países aunque no destaquen a nivel olímpico en las disciplinas donde compiten. Quienes sí deberían haberlo sabido son los periodistas deportivos que llamaron a Habte «ballena», «ridículo», «de aspecto lamentable», «esperpento» tras quedar último de los 59 participantes en la ronda clasificatoria. No mencionaron que el estadio lo ovacionó ni que Habte tiene el récord de 50 metros en Etiopía: lo importante es que para los 100 metros Olímpicos Habte no es lo suficientemente rápido. Y además tiene tripa, qué barbaridad.
No se queda atrás la mexicana Alexa Moreno, quien tras quedar en el puesto 31 de 61 en el all-around de Gimnasia Artística fue comparada en redes sociales con Peppa Pig. La dominicana Yudelkis Contreras quedó sexta en el levantamiento de pesas y los medios la consideraron un fracaso por no haber logrado una medalla ¡en sus terceras Olimpiadas! Y en Londres 2012 la gimnasta Gabby Douglas, de 16 años, consiguió el oro pero ojo cuidao, lo verdaderamente importante para los medios fue su pelo, ya que lo que hace buena a una gimnasta es que se haga la keratina antes de ir a competir.
En WeLoversize siempre decimos que las críticas dicen mucho más del que critica que del criticado. Todas estas críticas a atletas olímpicos nos dicen que hay mucha gente que es incapaz de alegrarse por los logros ajenos y buscan criticar lo que sea porque así se crecen y son guays: una versión fuera del cole del bully de toda la vida. Nos olvidamos de que Habte es nadador en un país de fondistas. Lydia es la mejor atleta española en un deporte predominantemente masculino. Gabby Douglas ganó el oro olímpico, por los clavos de Cristo: ¿Por qué nos cuesta tanto destacar lo positivo y preferimos incidir en aquello que no nos gusta?
Lo que más mola de las Olimpiadas, al fin y al cabo, es recordar los principios del espíritu Olímpico: Un estilo de vida que se basa en la alegría del esfuerzo, el buen ejemplo y el respeto por los principios éticos fundamentales como la dignidad, la solidaridad y la justicia. Señores periodistas y tuiteros para quienes estos deportistas no son lo suficientemente buenos según vuestros estándares: Levantad 140 kilos. Nadad 100 metros en 1 minuto y siete segundos. Haced salto a caballo y marcáos una rutina de gimnasia sin que se os mueva un pelo. Vamos a ser Olímpicos y prediquemos con el ejemplo.
