¿Estás cansada de perder tardes o noches con citas que no llegan a nada? ¿Te has tomado tantos cafés este año con chicos de Tinder que te ha subido la tensión y se te han oscurecido los dientes? ¿Has contado las horas que has perdido con hombres sosos, o pervertidos, o que no eran de tu gusto?.
Tranquila tenemos la solución para todos tus problemas de primeras citas para decidir si cuajas o no. Hemos creado para ti las 6 citas que podrás tener mientras haces cosas cotidianas, y así pues chica, vas conociendo al tío y si no te interesa por lo menos has hecho algo de provecho por ti. ¿A que te encanta?.
1.Quedar en la puerta del Mercadona: Tú quedas con el susodicho en la puerta del supermercado, y cuando llegue pues le sueltas “Ay, ya que estamos voy a comprar unas cosas que me faltan para casa, que como voy tan mal de tiempo…”. Y te metes allí, coges tu carro y te haces la compra de la semana, y mientras tanto pues charlas con el tipo. Que se da bien, pues que te acompañe a casa y de paso te meta las bolsas, que no, pues compras algo de nevera y te vas a ponerlo en ella corriendo y si te he visto no me acuerdo.
2.En el centro de manicura: Es un sitio muy bueno para quedar, porque el relleno de las uñas tardan en hacértelo unos 45 o 60 min, es un buen tiempo para una cita. Quedas con el chico en la puerta, llegas cinco minutos antes y entras a que empiecen a hacerte las uñas, cuando llegue él, le haces un gesto con la mano para que entre, y le dices: “Mira es que no tenían a nadie y como llevaba la manicura tan mal y no tengo tiempo de nada, mientras te esperaba he aprovechado, siéntate”. Y ahí tienes una horita de conversación con tu cita y si cuadra pues ya después os vais a tomar un vino, que no, pues ya te has hecho la manicura.
3. En un centro comercial: Si ha llegado la nueva colección de la tienda que te gusta y aún no has podido ir, pues llévatelo a él, quedas en la puerta con la excusa de que podéis tomar el puñetero café allí y una vez dentro, la misma frase con la excusa del tiempo “¿Entramos en esta tienda un momento, es que como no tengo tiempo quería pasar y no he podido, no te importa verdad?” pregunta trampa, no podrá decir que no si quiere ligarte, y hala, ya te has hecho la ruta por tu tienda, y si te mola algo te lo compras y el chico que te aguante el bolso, y si pasa la prueba es que se ha ganado el café.
4.En la tienda de los congelados: le dices que quedáis en un sitio que hay unos helados buenísimos, y le das la dirección de La Sirena más cercana, cuando lleguéis, le dices, mira es aquí, compras un helado y de paso las croquetas y la merluza de la semana. Si ves que es cuqui y que ha aguantado como un campeón el frío que hace allí dentro, pues misma operación que en el Mercadona, para casa. Que no, pues sales corriendo con urgencia no se descongele la compra.
5. En el Corte Inglés o en una perfumería: Cuando llegue otra vez como si fuera casualidad, “ya que estamos aquí voy a mirar un maquillaje que me hace falta y un labial, y te lo metes para dentro, y te los pruebas y de paso le pides opinión, para que no se sienta mal, que crea que te importa lo que piense aunque tú ya tengas claro el color que buscas. Que es majo, pues te das prisa y a tomar algo, que no, pasas a la zona de los perfumes y te los echas todos encima hasta que hagas tanta peste que no se pueda estar a tu lado y se tenga que marchar porque le falte la respiración. Luego tu a casa a la ducha, y listo.
6. En la consulta del médico: Lo citas en la dirección de la consulta, y cuando llegue le dices, “Mira con los nervios de nuestra cita me ha subido un poco la tensión y como he visto este ambulatorio aquí te importa si entramos”. No podrá negarse, y tú ya tienes hora con el dermatólogo de hace un año, y como te van a hacer esperar una hora como mínimo, pues ahí tienes tu ratito de conversación con el susodicho. Cuando al fin te llamen y pases a la consulta, decides. Que ha ido bien, le dices que todo estupendo y os vais de vinos, que no, pues que el médico te ha dicho que te vayas a casa y te relajes.
Y si todo esto no te sirve o no te atreves (juro que es real y lo han hecho mis amichis), pues siempre te quedará la excusa tan socorrida de enviar un mensaje de S.O.S a una amiga y que esta te llame con la excusa de que tienes que volver a casa inmediatamente porque hay un incendio, pero el café y la pérdida de tiempo no te la ha ahorrado nadie. Así es que a ser más prácticas nenas, que ya hemos aguantado y sufrido bastante, ¿No os parece?
