En este mundo chalado en el que vivimos podemos ver muchas cosas: vídeos de gatos, a Kit Harington/Jon Nieve con unas tetas postizas imitando a la Khaleesi, penes y coños en procesión, más cosas de gatos… “¡Espera, espera! ¿Has dicho ‘penes y coños en procesión’?”, estaréis pensando. Pues sí, he dicho “penes y coños en procesión”. Porque eso también se saca y se pasea por la calle como si fueran las carrozas de los Reyes Magos y no pasa absolutamente nada. O si… e aquí el quid de la cuestión pequeñas y pequeños padawans.

A estas alturas de la historia no os descubro nada si os digo que en Japón hay un festival que se llama Kanarama Matsuri, el cual es una autentica oda al pene en todas sus formas y colores. Es entonces cuando te pica la curiosidad y te pones a buscar “procesiones de coños”. Una de las cosas que te sale en la búsqueda es una noticia sobre unas feministas que pueden ser multadas por sacar un coño enorme en procesión. “¿Y eso por qué?” os preguntareis padawans de mi corazón. La razón es que mientras el festival del pene nos parece una cosa supergraciosa y supermaravillosa, la procesión del coño no mola tanto.

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Y diréis: “Bueno, ¿y eso por qué?”. Pues aparte de que lo del pene sucede a miles de kilómetros de aquí y a la parte más conservadora de nuestra sociedad le importa un pito (nunca mejor dicho), un pene (vete tú a saber por qué) gusta más que un coño. Gustan tanto que hasta hacen dulces con su forma y todas y todos los comemos como quien se come un bocadillo de jamón. Además, el susodicho festival fálico tiene su origen en una celebración sintoísta en honor a la fertilidad. Que aquí me paro yo a pensar: “¿Los coños no son fértiles o qué? ¿No se merecen un festival?”.

La diferencia entre el pene y el coño es que para empezar la procesión del coño no ha ocurrido a cientos de kilómetros, siguiendo con que parece que los coños no molan tanto, y acabando porque el fin de sacar al coño a procesionar a la calle era poner de manifiesto la reivindicación de los derechos de la mujer y la defensa de su (nuestro) papel en nuestra sociedad. Y esto ya si es verdad que no se puede tolerar porque las mujeres ya tenemos demasiados derechos, ¿verdad? (estoy intentando ser irónica, no sé si me sale…).

En fin, yo creo que ambas reivindican cosas importantes para este mundo loco en el que habitamos las personas humanas. Pero si tanto revuelo causa una cosa así, mejor procesionar gatos que eso si que no ofende a nadie.

Psique W.