Vengo a cagarme un poco en Mr. Wonderful, Paulo Coelho, los memes positivos y las imágenes con puesta de sol y frases de Instagram.
Básicamente, a criticar todo lo que impulsa, empuja y obliga al ser humano a creer que siempre quedan pasillos que atravesar en el eterno laberinto que nos lleva a la autosatisfacción.
Me explico.
Aceptamos barco con tener aspiraciones. El ser humano, materialista, inconformista y enganchado a la publicidad como el que más, siempre querrá lo último. Lo nuevo. Lo distinto. Vale. Salvo que seas un árbol plantado en pleno centro del Amazonas, rodeado de verdor y exuberancia, podrás moverte, cambiar y hacer variaciones en tu vida. Es sano aspirar a más. Es humano querer cosas mejores y sentir el deseo de ver más allá.
El problema viene, como casi siempre, cuando la meta que se persigue es lo único que tenemos delante de los ojos, como si nos pusieran unas gafas de acero que nos impidieran ver el paisaje y la vida que se abre paso a nuestro alrededor mientras queremos un curro mejor, una talla menos, un novio diferente, más estabilidad económica, un piso un poco más grande, viajar con desahogo, etc.
¡Ay, lo que nos perdemos creyendo que lo mejor que está por verse es lo que tiene que venir más tarde! Planteamiento malo, pero malo de narices, chiquillos, es importante entender que lo mismo, ciertas aspiraciones están un poco fuera de nuestro alcance. Y ¡ojo! Con esto no estoy haciendo apología del conformismo, lo único que trato de explicar, es que hay que estar muy mentalizado de que quizá, tras años de sacrificio estudiando medicina, es posible que el hospital donde te toque trabajar no se parezca en nada al Grey Sloan. Tal vez, llevar un tipo de vida y tomar unas ciertas decisiones, no terminan conduciéndote a los resultados que esperabas, y eso NO puede hacer que le quites valor a lo que has obtenido, aunque sea distinto.
Pero lo mejor es que, si eso ocurre… ¡no pasa nada!
A lo mejor el que crees tu peso ideal, no es el que mejor te sienta, ¡y no pasa nada!, quizá no logres vivir de tus pasiones, ni ser la primera persona en pisar Neptuno, ¡y no pasa nada! Es probable que el secreto de la vida eterna y el Nirvana del éxito siempre te sean desconocidos, ¡pero tampoco pasa nada!
Y no pasa nada porque ninguna de esas cosas te hará mejor persona ni debería hacerte más feliz ni condicionarte para vivir la vida como quieras. No pasa nada porque puedes comprar ropa para ocasiones especiales y ponértela para una tarde de cañas con tus amigas, con las que despotricar del trabajo, de tu pareja, de los horarios de mierda o soñar despierta con el día en que todas viváis en Punta Cana y comáis paella los domingos con Julio Iglesias y su prole.
¿Obtendrás algún día todo aquello que ambicionas? Pues a lo mejor no, pero sí que tendrás otras cosas.
Dice Elizabeth Benavent en su último libro que no se nos enseña a estar satisfechos con lo que tenemos, y así vivimos, viendo pasar los días como si estuviéramos encajados en un eterno viaje en tren con transbordos, siempre esperando llegar a la siguiente parada para ver si allí encontramos lo que creemos que nos falta.
La mejor actitud que se puede tener en la vida, es el ansia por llegar más lejos, pero siempre teniendo muy clara la premisa que ha convertido ésta página en el diccionario moderno para la vida: disfruta de lo que tienes mientras trabajas por lo que quieres. Disfruta. Vívelo, que si tiene que quedarse atrás, ¡al final acabarás echándolo de menos!
No te olvides nunca de pararte a oler las rosas. No dejes de hacer nada porque creas que no es el momento o que no eres el cien por cien de ti misma. La vida no suele dar la vuelta, y hay paradas a las que no volverá a llevarte. Estás bien tal cual eres ahora, eres buena en tu máximo exponente. Nunca te consideres a ti mism@ como algo ‘de pasada’, esperando evolucionar para disfrutar de unos cambios que al final, nunca serán suficientes.
No eres un Smartphone, no necesitas una jodida actualización.
Quizá la imagen idealizada que tienes de ti, tu vida y tus planes, nunca llegue a materializarse tal como deseas, ¿y qué? el tiempo pasa con sabiduría para todos, y tendrás lo que necesitas, aunque quizá llegue a ti de una forma inesperada y no siendo exactamente lo que quieres.
A lo mejor no logras escalar la montaña más alta, ¡pero no pasa nada! A veces, un par de peldaños son más que suficientes para ver las cosas con perspectiva.
Romina Miranda
Las imágenes son de Mr. WonderFuck, con las que nos sentimos más identificadas :)
