La última vez que sacaste la basura Zapatero aún estaba en el gobierno y eres incapaz de recordar si en alguna ocasión cenaste y te fuiste a dormir con los cacharros limpios. Sin embargo, como una ley inmutable del universo, cada mañana los olores extraños del cubo de basura desaparecen y son reemplazados por una de esas bolsas lilas del Mercadona (las que huelen guachi) y las sartenes y platos están siempre limpitos y guardados en su lugar.

Ah-los compis de piso que molan. Esa raza superior.

Porque se ha hablado mucho de compañeros de piso que son lo puto peor pero no se ha hablado nada de cuando lo puto peor es uno. Acéptalo. No sabes dónde se guarda la aspiradora y desconoces por completo eso de que «te pisen lo fregao» porque no has fregado en tu puta vida, guarra. A quién intentamos engañar.

Pero para eso existen estos ultraseres. Esos que son como la Isasaweis de los compis de piso: cocinan rico, tienen trucos para todo, apenas joden y encima son majos, como una especie de unicornios de la convivencia. Si te ha tocado uno de estos tienes que aferrarte a él. No los puedes dejar ir, por los clavos de Cristo, que siempre viene bien tener cerca alguien que sepa convertir las sobras de pizza en quiché y que luego deje bien limpio el horno.

Estrategias para que tu compi de piso molón no te deje nunca (absolutamente legales y amparadas por la ley española)

DISIMULA.

Porque esto es como los pedos, amichi. Hay que hacerse SIEMPRE el que uno no ha sido. ¿Esas marcas de pasta de dientes en todo el lavabo? ¿Esa barra de labios sospechosamente a la mitad? ¿La misteriosa desaparición del tupper que el compi tenía preparado para hoy? ¿PERO QUIÉN HABRÁ PODIDO SER? Échale la culpa al gato. No importa si no tienes gato, tú échasela, mientras pones cara disgustada y te echas al cuello la bufamanta que acabas de pedir “prestada”.

TIÉNDELE TRAMPAS.

Por ejemplo: insístele en que traiga siempre a sus amichis a casa. Pero qué tía más maja, qué enrollada, qué qué qué eres, hija. Que monte fiestas y tú tan pancha: hazte amichi de sus amichis y queda como la tía guay que siempre has soñado con ser.

Esta soy yo siendo el alma de la pari

Entonces: aprovecha las visitas multitudinarias para robarle las Galletas Príncipe, beberte las cerves buenas, tomar prestado ese top tan moni. A más gente en casa, más sospechosos, más desorden, menos galletas. #win

…Y USA LAS TRAMPAS.

Un martes cualquiera, cuando tu compi no esté de buenas y te reclame que a ver si algún día cambias el papel higiénico por amor a dior, tú recuérdale (ofendidísima, oiga) todos los vasos que rompen siempre sus amichis en las fiestas y que tú nunca LO OYES, NUNCA le has sacado en cara. Hay que ver. Hay que ver lo que hay que oír. No importa si los vasos los rompiste tú: tú díselo igual (a más sospechosos, más desorden, blah bluh bleh). Vas a ver la cara de miss Colombia que se le queda. Pero tú actúa misericordiosa. Dile que aquí estamos para apoyarnos. Gracias a todos por asistir, qué gran noche para el teatro, amigos.

HAZTE AMICHI DE SU MADRE.

Eso. Vuélvete una hija más, que cuando llame te la pase y te quedes charlando con ella de lo mal que está el gobierno y la juventud, que qué maravillosa es su hija señora, qué bien plancha los dobladillos, qué pericia recogiendo los pelos de la ducha, qué profesional está hecha con todos sus aparatos del IKEA. Que te ame por encima de sus posibilidades y ya verás cómo empiezan a caer tuppers con albóndigas con tu nombre en la tapa.

RECUÉRDALE INVÉNTATE DATOS IMPORTANTES.

“Oye, sabías que no hay que tender la cama hasta dos horas después de haberse levantado? Por eso de los ácaros y tal”
“Oye, sabías que la mugre es buena, por eso de inmunizarnos y tal? Pero tú limpia tranquila eh, cada cual con sus costumbres”
“Oye, según un estudio de la universidad de Massachussetts los quitagrasa funcionan mejor cuando la grasa se ha solidificado ya, PERO TÚ FRIEGA CUANDO QUIERAS EH, no soy nadie para interponerme entre tú y tu TOC”
Así no parecerás tan mala, después de todo.

HAZLA SENTIR EN FAMILIA.

Pero en plan secta, de tomaros mogollón de fotos con jerséis conjuntados y ponerlas en marcos del Zara Home en el recibidor de casa. Que sienta que en ningún otro lugar tendrá un hogar como este, incluso con tu novio que está ahí metido 24/7 sin pagar alquiler y tus amichis ruidosos que monopolizan la tele con la consola y no la dejan ver el Sálvame ni una maldita tarde.

COMPIS FOREVER