Reconozcámoslo, somos ciudadanos de primer mundo, y como tales hay situaciones tontas que nos lleva a maldecir de tal manera que haría sonrojar al mismísimo Satán. Así que aquí vengo a compartir con vosotros esas situaciones absurdas que nos dejan con cara de idiotas y sin saber qué hacer -porque cuando intentamos hacer algo, todo se vuelve aún más absurdo, y lo sabes-:

Terminar de maquillarte y darte cuenta de que se te ha olvidado lavarte los dientes.

Esto nos ha pasado a TODAS. Sí a TODAS. Y cuando te das cuenta, te miras al espejo y piensas Y ahora qué hago, ¿me lavo los dientes o no?. No lavárselos es una guarrada, más aún si has comido ajo y/o cebolla. Pero si lo haces, toda la base de maquillaje y el pintalabios se van por el desagüe. La solución más socorrida es masticar un chicle de menta extrafuerte, la otra cepillarte los dientes y volver a maquillarte de nariz para abajo. Elijas lo que elijas, te castigarás a ti misma por ser tan torpe.

zoee

Pintarte las uñas y que te entren ganas de hacer pis.

Aún tienes la laca de uñas mojada, sabes que cualquier roce va a mandar al garete la manicura que, casualmente, te ha quedado perfecta y no te hace falta retocar. ¿Qué hacer? Generalmente la laca gana a las ganas de hacer pis, así que te pasas los minutos siguientes balanceándote en la silla con 0 dignidad mientras miras fijamente a las uñas con la esperanza de que así se sequen antes. Mi consejo es que os acordéis de lo que os decían vuestros padres antes de ir de viaje. Exacto. Vete al baño antes de coger el frasco de laca.

yep

Momento que decides ponerte una mascarilla facial, momento que te llaman por teléfono.

¿Lo cojo no lo cojo? Lo coges por si acaso, puede ser una urgencia. Afortunadamente nunca lo es, pero basta que no lo hagas para que lo sea ¿verdad? MAAAAAAAAAL. Resulta que querían que te cambiaras -otra vez- de compañía de teléfono. Cuelgas enfadada, tu mascarilla ha terminado en el móvil y te pasas los días siguientes quitando de la pantalla restos del potingue.

tris

La nariz solo te pica cuando no puedes rascarte.

La vida a veces es muy puñetera. Por eso mismo solo te picará la nariz cuando estés fregando, te hayas puesto el casco para ir con la moto o tienes la manos pringadas de algo…no importa. En el momento en el que tus manos no estén disponibles, por arte de magia te picará la nariz y acabarás haciendo contorsiones faciales para intentar atenuar el picor.

bewi

Solo recordarás haberte lavado los dientes cuando te entre sed o hambre.

Te cepillas los dientes de una forma tan mecánica que cuando decides beber o comer algo,  no te acuerdas que solo han pasado dos minutos. Te ha pasado muchas veces, y a día de hoy sigues sin saber qué te molesta más: el contraste raro de sabores a o el haberte ensuciado los dientes justo después de cepillártelos.

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Pintarte la raya del ojo y que se te meta algo.

Da igual que te la pintes de vez en cuando o todos los días, por lo menos una vez a la semana te picará el ojo o se te meterá alguna pelusa en mitad de la calle. Justo cuando no tienes un espejo cerca para mirarte y lo único que se te ocurre es restregarte los ojos como si no hubiera mañana y acabar pareciendo un oso panda con resaca. Nota: los retrovisores son unos espejos improvisados perfectos.

ojos

 

Estornudar repentinamente en el peor momento

Mientras te pones la máscara de pestañas, mientras te pintas los labios o conduciendo. Podéis elegir la situación que más os describa, hay momentos en los que estornudar es un auténtico peligro, bien porque te puedes sacar un ojo o salirte de la carretera. Sí, todos hemos intentado hacerlo con los ojos abiertos. Es raro y no funciona. Quedáis avisados.

Y tú ¿has vivido alguna situación absurda que te haya sacado de tus casillas?