Es cierto que somos incomprendidos por una sociedad que ha decidido que a quien madruga dios le ayuda y que tenemos que soportar que quienes se levantan a las nueves los fines de semana nos miren por encima del hombro (“yo es que prefiero aprovechar las mañanas”, pues qué bien. Toma un pin) o incluso que nos consideren unas marmotas holgazanas (vamos a resolver un ejercicio matemático. Si tú te vas a dormir a las doce y te despiertas a las siete y yo me voy a dormir a las tres y me levanto a las diez, ¿cuántas horas dormimos cada uno? EXACTO. LAS MISMAS).

Sin embargo y a pesar de lo que digan por ahí, ser un búho nocturno nos permite disfrutar de pequeños placeres que esos seres llamados madrugadores desconocen. Allá van algunas de las muchas razones por las que trasnochar mola:

 

– No tienes que echarte la siesta para poder salir de marcha toda la noche porque estás acostumbrado a ver el amanecer.

– No te pierdes nunca el horóscopo de Esperanza Gracia.

– Somos gente creativa. Básicamente porque no hay nadie despierto a las mismas horas que nosotros y tenemos que buscar modos ingeniosos de mantenernos entretenidos.

– «Maratón de series» es nuestro segundo nombre (si alguien os dice que no se puede ver Stranger Things entera en una noche que sepáis que miente o que es un cobarde).

 

Aunque igual no es la mejor serie para ver solo y de noche

 

– Te puedes duchar por la noche porque tu pelo tiene tiempo de sobra para secarse hasta en invierno (o en Invernalia).

– Leer un rato antes de dormir = acabarse el libro y que te dé tiempo a empezar otro.

– Puedes ver los realities  telebasura de Bemad, Ten y canales similares que tanto amamos sin sentirte culpable porque «a esas horas no echan nada mejor en la tele» (No comprendo por qué me complace tanto ver Chapuzas Estéticas, pero uno no puede luchar contra su verdadera naturaleza).

 

¿¡Que lleva cuántos centímetros cúbicos de implante!?

 

– Retransmiten la gala de los Oscars y los partidos de la NBA justo en tu horario ( y el recuento de votos de las elecciones americanas, porque hay gente para todo, supongo) .

– Puedes aprovechar para adelantar con la limpieza de la casa y hacer cosas que te apetezcan más por el día (siempre y cuando no tengas vecinos sensibles a los ruidos).

– Tienes tiempo para hacer yoga antes de dormir e irte a la cama con la mente en paz.

– Puedes tomar café (y no, nada de descafeinado) a las ocho de la tarde (porque total, no te vas a dormir antes de las 3 de todas formas) CAFÉ PARA TODOS.

 

 

– Los asaltos a la nevera nocturnos ¿Hay algo mejor en esta vida que recenar (al estilo hobbit) antes de irse a la cama? ya sea un bol de cereales, un colacao o los restos de pizza del día anterior (por lo que sea de madrugada nunca apetece nada sano).

– Te pones al día con la vida de todos tus conocidos (amigos, enemigos ¡qué más da!) porque siempre hay una noche tonta en la que acabas espiando el instagram hasta del perro del primo de tu amigo de parbulitos (porque el aburrimiento es una cosa mu mala).

– Horas y horas de paz y tranquilidad porque NADIE COMENTA EN LOS GRUPOS DE WHATSAPP.

 

Foto de portada de Jay Wennington