Según la RAE:

No del lat. Non. 1. Adv. Expresa negación. U. a menudo para responder preguntas.

Es decir no es no. No significa ‘tal vez’. No es un ‘puede ser’.

Hoy me he sorprendido al ver la entrevista a la actriz Silvia Alonso. En la sección de la revista GQ mostraban las claves para conquistarla. Tras un titular llamativo que hacía referencia a una película de los noventa, la publicación hablaba de estos “métodos de conquista” con la expresión: “para sacarla al mercado”. Así, bien expuesta. Como si fuese mercancía y no una mujer.

Como la propia actriz ha dicho en su cuenta de Instagram en referencia a este artículo: “no busco que nadie me ‘saque del mercado’”.

IMG_20160627_180206

Instagram de la actriz

Pero la cosa no queda aquí. La primera pregunta que puede leerse es: ¿Por qué cuando a veces decís no significa sí y viceversa? y aquí, amigos, aquí hay un problema.

Pensemos que el redactor no lo hizo con mala intención, que intentaba hacer algo gracioso, que trataba de hacer una broma… Y ahí está el problema. No es gracioso, no es una broma. Es algo muy serio y, tristemente, se sigue sin ver. Si alguien ha buscado la broma en esa convención, en esa frase hecha, es porque muestras machistas de este tipo siguen fijadas entre nosotros. Son sesgos de una mala educación, de una cultura anclada en la sociedad que sigue imponiendo sobre la mujer etiquetas y estereotipos de este tipo.

La arraigada y falsa convención de que cuando una mujer dice no en realidad quiere decir sí para hacerse la interesante o la “difícil” o  por el que dirán… es una piedra más en la difícil lucha a la que las mujeres se encuentran. UN NO ES UN NO. En cualquier momento. No importan los preámbulos, no importa lo que ha parecido o se ha insinuado. Un no es un no.

Pero las preguntas siguieron con un: ¿Te gusta que insistan después del primer no?’

¿Cómo? ¿No ha quedado claro que un no es un no? ¿Un primer no? ¿Cuántos noes necesitas? Eso de lo que están hablando se puede definir con una palabra y esa palabra es ACOSO.

Una mujer puede llevar minifalda, tomarse una copa o dos, bailar con quien quiera, tontear o no. Lo que quiera. Pero en el momento en que quiera decir no es no. Insistir e insistir pretendiendo que diga sí se llama acoso.

Creo que es una responsabilidad de todos el cambiar la base sobre la que se cimienta la cultura, la educación y la sociedad en la que vivimos y poder así acabar con situaciones machistas como ésta. Y esto no es gracioso. Ideas, prejuicios que terminan convirtiéndose en conductas y en actos.

Habrá que repetirlo una y mil veces más.

Un no significa no.

 

Imagen destacada: ‘Instinto’ (Movistar+ | Bambú Producciones)