Queridos adultos del planeta:
Me da igual lo que vayáis a pensar de mi y si estáis o no de acuerdo, pero llevo unos meses (o años) observando una locura generalizada que se enfoca en unos pequeños personajes amarillos surgidos de la película Gru, Mi villano favorito. No voy a negar que los ‘famosos’ Minions sean probablemente de lo mejor que tiene que ofrecer esa película – bueno, junto a una niña pequeña adorable – pero por favor: YA BASTA DE MINIONS.
Basta de artículos del tipo ‘que Minion eres’, del abundante y vomitivo merchandising de Minions, disfraces, tampones, caramelos, comida, chistes, sábanas, muñecos, vídeos…
Porque puede que la primera vez haga gracia (incluso a mi me hacía gracia) pero a la segunda y tercera me entran ganas fuertes de matar. Aquí somos todos mayores, todos nos hemos criado con pelis Disney y todos flipamos con el genio de la lámpara y con el Rey León, pero yo no recuerdo a la gente imitando al mono, o comprándose pijamas y peluches del genio. Y voy más allá, incluso si a día de hoy te compras merchandising Disney de alguna película, seguro que hace eones que no ves esa peli.
Que sí, que he visto las películas, que puede que tengan cierta chispa, pero no deja de ser un personaje para niños pequeños que nos puede hacer más o menos gracia (o ninguna). Lo que no entiendo es como la gran mayoría de los adultos del planeta se les va la olla y salen corriendo al McDonals a por un Happy Meal, porque este mes están dando Minions de plasticazo que no hacen nada, ocupan espacio y probablmente acabarán en la basura. ¿Quién guarda el regalo del Happy Meal más de una semana?
Y es que hasta los creadores opinan que se les ha ido de las manos. Ellos no pretendían crear un producto tan bueno (porque es bueno, a las pruebas me remito) pero a la vez TAN JODIDAMENTE PESADO. Sí señores, los Minions son pesados, y lo son por vuestra culpa. Porque estáis locos.
“Me chirría un poco que el marketing empiece a prevalecer sobre el trabajo. Lo estuve hablando con el productor, creo que ha ido demasiado lejos y que se nos ha ido de las manos”.
Idolatráis a un objeto amarillo con forma de pastilla que habla su propio idioma (ah, esa es otra, la gente ahora se está aprendiendo el idioma…) y es bastante estúpido. Vale que a todos nos hizo gracia la canción de Banana, pero tampoco la tienes que cantar todos los días…
Así que es hora de avanzar y dejar de deslumbrar con vuestros calcetines amarillo pollo de los Minions, vuestras fotos con el muñeco viajando por el mundo cual enanito de Amelie…
Gracias a los adultos del planeta he conseguido hartarme de algo antes de poder disfrutarlo. Así que así, abiertamente, os pido que por favor, lo dejéis ya.
