Yo como soy tan guapa de cara, pero tan  guapa de cara, pues un día Victoria Secret  me llamó y me dijo “Tienes que ser un Ángel” porque claro con esas facciones tan bonitas, esos ojos, esos labios carnosos, esos mofletes… que dije “A ver Victoria,  para, porque esto parece una conversación caliente de Tinder…”.

Total que me envió un mail con las condiciones para ser un Ángel de los suyos.  Que yo,  ya lo de ángel no lo veía muy claro, porque a mí me cae mejor el diablo.  En el infierno es siempre verano, y a mí el playeo y el calorcito me va que no veas, total , que me voy por los cerros de Úbeda. Que me imprimí las condiciones y me fui al chiringuito a tomarme una cervecita y me las empecé a leer.

REQUISITOS PARA SER UN ÁNGEL:

  1. Tener una buena genética, es decir, unos rasgos físicos envidiables. Como mi cara vamos. El punto uno me parece muy fácil de cumplir.
  2. Medir 1,70.  Bueno yo mido 1,70 con tacones, que no me los quito nunca, ni para dormir, no sea que me muera y me vaya al otro mundo plana, eso sí que no. No voy plana ni a la playa, porque conseguí unos de plástico de cuña brutales, total que mido 1,70 porque jamás de los jamases me los quito, punto dos hecho.
  3. Tienes que medir más de 1,80 para que te den alas de las grandes. Yo como soy vaga de nacimiento, las alas grandes deben pesar muchísimo, así que a mí que me las den pequeñas, o que me pongan un lacito en el culo y vamos listas.

   4. No ser mayor de 22 años. Mi edad mental son 18 años, o sea que hasta que madure me quedan unos cuantos.

   5. Saber enamorar a las mujeres más que a los hombres, y conseguir que te admiren. Yo, que me admiren no sé, pero que me odien lo bordo, y molestarlas con mi presencia ni te digo y del amor al odio hay un paso, así que solo hay que ir pasito a pasito, suave suavecito… (Es la cerveza, que ya voy por la tercera  y empieza a hacer efecto. ¡Voy a bailarla y vuelvo!).

   6. Saber caminar con tacones. Ya lo he aclarado en el punto dos.

   7. Dormir mínimo 8 horas al día.  Eso es fácil, yo puedo dormir hasta doce horas sin despertarme.

   8. Estar a dieta constantemente. Yo hago la dieta mediterránea constantemente, que es comer todo lo que da este hermoso país mirando al mar.

   9. No beber agua 24 horas antes de los desfiles. Eso no es problema puedo mantenerme 24 horas a vino, ¡Para que quiero agua!.

    10. Labios carnosos, ojos bonitos, pómulos, y nariz no muy grande. Hecho.

    11. Pelo abundante. Yo todo lo tengo abundante, el pelo también.

   12. Duras sesiones de ejercicio siete días a la semana. ¡Ah no!  Por ahí sí que no paso. Si el chiringuiting se considera ejercicio puedo aceptar ese sacrificio y pasarme unas tres o cuatro horas al día  aquí sentadita haciendo un esfuerzo, pero si no, yo  paso. Que estamos en verano, y con el calor que hace, cualquiera se pone a hacer esfuerzos, que luego te da un aziconque y para que queremos mas.

 Busco en internet y veo que el chiringuiting no existe como deporte reglado, y no entiendo por qué.  ¡Pero si hay un uniforme y todo para venir!. Chanclas molonas fáciles de sacar para meter los pies en la arena, vestido anchito para que cuando te empiezas a hinchar del gas de la cerveza no te apriete nada y se pueda disimular la barriga que crece y crece, y de algodón para no sudar. Gafas de sol para que no se sepa que estás mirando las mesas de al lado controlando si hay algún plato nuevo que no has probado, y sombrero molón para salir chachi en los stories de Instagram.  ¿Cómo algo que tiene su uniforme no está declarado deporte? ¿En serio? Pues entonces yo ya no voy a ser un ángel, me niego.

Llamo a Vicky, Victoria para los demás mortales, y le digo, «Mira yo me quedo aquí, y me pido unas bravas, y si acaso ya me lo pienso para otro año». Y me contesta que no sabe lo que son bravas, y que sean lo que sean no se pueden comer. Y ahí ya digo «¡¿Perdonaaaaa?!».

Y aquí me he quedado en el Chiringuito,  con mi tapa de bravas, mis croquetas, mi tinto de verano y sin alas (que para qué las quiero, ¡Para que me confundan con una gaviota!).  Y me he comprado una corona de los chinos y me he coronado a mi misma, la puta reina  del verano.