Hola fashion lovers. Os saluda una de vuestra especie. Me encanta la moda. No soy fashion blogger, no puedo dar lecciones de moda, pero me gusta comprar revistas y ver qué estilos se llevan, sigo a algunas bloggers a modo de inspiración, miro las apps de tiendas de modas para ver opciones para combinar algunas de las prendas, tengo diferentes estilos (la ropa para el trabajo, para los findes, para salir de noche o de día…). Y todo esto se resume en que compro bastante ropa.

También con el tiempo y esta afición he desarrollado diferentes criterios. Uno de ellos es que prefiero la cantidad a la calidad. Esto es, mucha de la ropa (que no toda) que uso, acabará dejándome de gustar (porque ya no se lleva, porque mágicamente ya no me gusta como me queda, porque lo tienes muy visto o sencillamente porque tu gusto desde que lo compraste ha cambiado). Así pues, y sabiendo esto, intento gastarme lo menos posible en las prendas que quiero y tener las suficientes para combinar y vestir con los looks que más me gustan. Y que pa qué vamos a engañarnos, si pudiera rebozarme en billetes seguramente me compraría lo que quiero, cuando quiero, no matter what. Pero como comer pasta todo el mes no es muy nutritivo, no puedo gastarme demasiado en ropa.

Así pues, os voy a dejar algunas de las cosas que a la hora de comprar ropa me permiten tener variedad y no arruinarme.

  1. El apartado “promoción” de la app. En la mayoría de apps o webs de tus tiendas favoritas suelen tener un apartado de outlet, prendas rebajadas, etc. A veces son de alguna temporada anterior, otras son prendas que al parecer no tienen demasiado tirón y las rebajan. Hay mil casos. Pero si sabes lo que quieres puedes echar antes un ojo ahí por si tienen la prenda que te falta. O si no lo sabes y sólo tienes mono de estrenar ropa, ahí podrás encontrar algunos chollos.
  1. Tener claras las prendas que necesitas. Muchas veces te encontrarás con que te falta una americana que llevar a la oficina en entretiempo, o que te gustarían unos pantalones anchos para combinar con esa camiseta tan mona que tienes, o que esos pantalones piden a gritos un jersey negro algo ajustado pero todos los tienes anchotes. En ese caso, en vez de comprar el primero que veas, puedes ir buscando el que más se acerque, pero sin pasarse, a su precio justo. Ya sea yendo de compras o vía app, puedes ojear diferentes sitios y elegir la que se adapte a tu presupuesto.
  1. Tener clara la ropa de tu armario y lo que te falta. Muchas veces caemos en el error de pillar cosas compulsivamente porque te parecen monis o porque ese día has salido con ganas de comprar pero no hay nada que te haya convencido y quieres llevarte a casa algo. Pero para y por un momento dale una vuelta: ¿Con qué lo puedo combinar? ¿Cuándo lo voy a poder utilizar? Que si es algo baratuqui, pues ni tan mal. Pero depende lo que te gastes para que acabe aparcado en el armario porque nunca encuentras la ocasión de utilizarlo o no sabes con qué combinarlo, va a ser un gasto poco amortizado.
  1. La opción “me gusta” de las apps. Soy muy fan de comprar por internet. Más que de comer nutella del tarro. O no. Pero por ahí debe andar la cosa. Y muchas veces veo cosas que me gustan pero son caras, o no las necesito urgentemente, o que me parecen cuquis sin más pero estoy más pelada que el copón. Pues le doy a me gusta y me lo guardo en la lista de favoritos. A veces espero a que haya promos, rebajas, etc. y miro si en la lista de favoritos se le ha aplicado el descuento a esos prendas a las que les he echado el ojo, y es entonces cuando aprovecho para comprarlas. Y a veces también sirve de filtro, ya que tienes días de obsesividad compradora que todo te parece bonitísimo y necesario, pero conforme vas repasando esa lista ves que no era para tanto, que ese estilo no es muy tuyo, que aunque bonito sabes que no lo vas a utilizar…así frenas también la compradora compulsiva que hay en ti.
  1. La opción tiendas más asequibles. Es muy útil tanto para básicos como para lo último en moda, ya que es muy probable que ese blazer de cuadros, ese vestido camisero, esa falda plisado que se llevan y que te encantan estén también en su versión más económica en tiendas tipo lefties o primark. Si está esa prenda de moda que quieres y con un precio más bajo, bingo!
  1. Promociones. Si te haces de todas las webs y te registras, o la tarjeta de cliente, aunque a veces es un rollo recibir muchos mails o mensajes de promos, en algunos casos pueden llegar a ser muy útiles esos descuentos extras, fueras de periodo de rebajas, envíos gratuitos, etc.
  1. Comprar en rebajas para la temporada siguiente. Que sí, que cuando compras quieres estrenarlo al momento y verlo ahí con etiqueta en el armario te come por dentro. O que comprarte un abrigo en pleno Julio dé como cosica, repelús. Te sofocas sólo de pensarlo. Pero oye, hay cosas que no cambian tanto de una temporada a la otra y prendas tipo abrigos, o botas, si las compras al 50% en rebajas fuera de temporada ayuda mucho en los gastos y ya estarás equipada para la siguiente temporada y podrás jubilar tranquilamente esas sandalias desgastadas o ese abrigo lleno de bolitas.

Está claro que en muchos casos nos vamos a enamorar de las prendas de temporada y no esperaremos ni promos ni nada de lo que he explicado. O que esos vaqueros que mejor te sientan no son la opción más barata pero te hacen un culazo que lo vale todo. Así que no van a ser siempre aplicables esos consejillos. Pero sí lo pueden ser para completar el armario o para tener un poco más de variedad.