Que dicen los de Elle que hay un bikini que nos queda bien a todas.

Yo, que sufro del mal del michelín y el culo gordo, me apresuro velozmente a leer la noticia. ¡Por fin un bikini con el que no se me van a salir las chichas! Porque claro, como bien dicen ellos, nos queda bien a TODAS.

Atentas:

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Y yo, después de leer esto, me pregunto: A todas, ¿qué todas? A todas las que son como Gigi (1,78 m; 93-61-90cm) que según ellos, ya no se pone otra cosa. Bien por Gigi, me alegro por ella.

Pero no, señores de Elle, NO. ESE BIKINI NO NOS QUEDA BIEN A TODAS. No habéis dado con ninguna solución ni habéis encontrado la fórmula milagrosa. Mi culo no entra en esas dos banditas que consideráis tan anchas. Ni el mío, ni el de muchísimas mujeres. Y hasta donde yo sé, formo parte de ese “todas”, no vengo de Raticulín.

Algunos de los ejemplos que nos propone la publicación.
Algunos de los ejemplos que nos propone la publicación.

Pero lo grave no es eso, lo grave es que deis por hecho que las mujeres podemos cortarnos por el mismo patrón; que vais a encontrar una fórmula secreta que se mida en metros, texturas o colores. Y nada más lejos de la realidad.

La única forma de encontrar el bikini perfecto es sentirse perfecta, con hipster bikini o con braga faja. Basta ya de fomentar este tipo de discursos en los que si no formas parte del “todo” socialmente establecido eres un bicho raro; en los que una talla o un modelo de prenda defina cómo te tienes que sentir.

Si queréis hablar de todas, poneos cómodos, sacad boli y papel y empezad a apuntar medidas, formas y colores, porque somos muchas y muy diferentes.