Puede que pierdas lo poco que te queda de dignidad llevando un esquijama, vale, pero…¿y lo calentito que se está en invierno? ¿Y la comodidad de no quitártelo ni para ir al baño? Además, hacer la croqueta o el gusano con un pijama normal no es lo mismo y lo sabéis. La vida en esquijama es mucho más molona y eso es una verdad universal, por eso hoy te traigo una selección de los best of the best para que vayas derrochando swag por tu casa. A lo beyoncé.
Pijama unicornio:
No hay que decir mucho más. Es un puto unicornio. ¿Quién no quiere ser un unicornio?
Pijama Sullivan:
Esto no es un esquijama, que a nadie se le ocurra decirme lo contrario. Es el uniforme de trabajo para ir a recolectar gritos.
Pijama orejitas:
¿Se puede ser más adorable que cuando una lleva orejitas? Podrías pasarte toda la vida con él puesto y serías la más feliz del mundo. Ojalá entrara dentro del dresscode del curro.
Pijama conejito:
Vale. Me quiero morir. Es taaaaaaaaaaaaaaaaaaaaan suave y tan adorable que me pasaría el día en la cama haciendo la croqueta con un buen libro y una taza de chocolate caliente. Este pijama trae adorabilidad incluida en el precio.
Si tú también eres de las nuestras y eres amante incondicional de los esquijamas, mándanos una foto haciendo el mongui, si por el contrario aún no le has abierto tu corazoncito a estas monaditas…¿ a qué esperas?
