La Feria del Libro es un imprescindible madrileño año tras año. Da igual que aquello se haya convertido en la jungla y que se haga imposible caminar entre hordas de familias con gorra, adolescentes gritones y modernos de palo. El caso es que hay que ir, y allá que fui.

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Vestido tartan de Primark London que hasta el momento ni había estrenado. Es de esos que te compras en un arrebato de amor y no dejas de mirarlo en el armario pero jamás te decides a ponértelo. Probablemente porque hasta hace poco me marcaba demasiado y me hacía sentir incómoda, pero ahora ya es digno de salir de la percha y venirse conmigo de paseo. El corte es un poco traicionero (al menos para un cuerpo como el mío), pero el estampado es amor del bueno. El lazo del cuello no se percibe bien en las fotos pero le da el toque perfecto.

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Pendientes de Asos. Cazadora y gafas de Primark. Un look resultón con muy poca complicación y que da el pego para esos días de primavera en los que ya empieza a sobrar la manga larga. En cuanto a la feria, el caos de siempre. Entre tanta gente no dan ganas ni de acercarse a los stands pero es divertido cotillear entre los autores que se dan cita para firmar y ser partícipe de los nervios de algunos fans al ver a sus famosos favoritos. Un plan primaveral que es ya un clásico de la capital así como las cochinadas que venden a lo largo de todo el Retiro que ponen bien difícil esto de seguir la dieta. Sobrevivimos al paseo pero acabamos zampando un pedazo de tarta en Harina… ¡inevitable!

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Y vosotros… ¿sois asiduos a la Feria del libro de vuestra ciudad?