Desde hace un tiempo me vengo preguntando qué es ser modelo plus size, porque ando muy confundida al respecto. El mundo de la moda, en su infinita crueldad, define como talla grande para una modelo a chicas que sobrepasen la 38. Es el caso de Gigi Hadid, maravillosa y preciosa mujer, que hace pocos días demostraba sus sentimientos en una «emotiva» carta en su Instagram.

Carta abierta de Gigi Hadid

 «Mucha gente es muy ágil al lanzar opiniones negativas este mes [en el que se concentran las Semanas de la Moda]. Sí, los juicios en las redes sociales provienen de personas que, en el 99% de los casos, no tienen idea de qué están hablando, pero soy humana, y no voy a mentir, esa negatividad me ha afectado. He llegado a la conclusión de que cuando una llega a este punto es importante pensar por qué estás haciendo lo que haces. Cual es tu mensaje. Qué tienes que decir. No, no tengo el mismo tipo de cuerpo que el resto de las modelos en los desfiles. No, no me creo la mejor en ningún desfile. Sí, quiero tener una forma de desfilar única pero también sé que tengo que mejorar. No, no soy la primera ni la última modelo de mi tipo en la industria. Podéis inventar todas las razones que queráis para explicar por qué estoy donde estoy pero, de verdad, soy una gran trabajadora que confía en sí misma, una confianza que empezó al tiempo que sentí que la industria estaba preparada para un cambio. Sólo estoy haciendo mi trabajo. Represento un tipo de cuerpo que antes no estaba representado en la moda, y me siento afortunada por ser apoyada por diseñadores, estilistas y editores que sé que saben muy bien que esto es moda, es arte; y no puede ser siempre lo mismo. Estamos en 2015. Pero si vosotros no sois de esas personas, no explotéis vuestra rabia contra mí. Sí, tengo tetas. Tengo abdominales, tengo culo, tengo muslos, pero no estoy pidiendo un trato especial. Entro dentro de las tallas de muestra. Vuestros crueles comentarios no hacen que quiera cambiar mi cuerpo, no hacen que quiera decir «no» a los diseñadores que me piden que esté en sus desfiles. Si no quieren, no estaré. Así es cómo es y cómo será. Si no te gusto, no me sigas, no me mires, porque no me iré a ningún sitio. Si no tuviera el cuerpo que tengo, no tendría la carrera que tengo. Me encanta poder ser sexy. Estoy orgullosa de ello. Lo he dicho antes… Espero que todo el mundo llegue a un punto en su vida en el que puedan hablar de cosas que le inspiran, y no sobre cosas que destrozan a otros. Si no quieres formar parte del cambio, al menos, ábrete a él, porque está irremediablemente sucediendo. Feliz Paris Fashion Week. Besos, G.»

En su Instagram a menudo comenta que los continuos ataques hacia su persona por ser una «curvy girl» le afectan muchísimo, que en un principio podía afrontarlo, que había días que era insoportable, pero que ya no iba a dejar que la industria y los malos comentarios afectaran a su rendimiento. Ella se acepta con sus curvas.

Mi problema al respecto es…curvas lo que son curvas…Es decir, ¿cómo hemos podido llegar a un punto tan enfermizo y deplorable en el que tachamos ese cuerpo tan pequeño y delicado como gordo? ¿Entonces qué puñetas somos las demás? ¿Qué mensaje transmitimos a las más jovenes? ¿No está hecha la moda para que nos la pongamos las personas corrientes? Sus medidas son 93-63-89, ¿qué debería hacer yo, que mis medidas son el doble?

Nos encanta Gigi y sobre todo, su imagen saludable. Ojalá las modelos de pasarela tuvieran todas esa pinta de sanotas, pero la realidad es que estamos tan acostumbrados a ver cuerpos enfermizos sobre la pasarela que cuando vemos uno normal nos parece ‘grande’, ‘con curvas’, ‘gordo’. Nos han hecho creer que todo lo que tiene un poquito de teta o un poquito de culo se sale de la norma, hasta el punto de llamar curvy a esta mujer, o incluso gorda. Si Gigi Hadid es curvy… ¿consideramos obesa mórbida a Tara Lynn? Esto en los 90 era una supermodelo a secas, ¿por qué en el 2015 le tenemos que añadir la etiqueta curvy solo porque no tiene pinta de estar muriéndose de hambre?

Y sobretodo, ¿qué hace a una persona convertirse en alguien tan triste y vacío como para llenar el Instagram de alguien hermoso como Gigi, de comentarios soeces sobre su peso?

Evidentemente, la carta de Gigi hubiese sido mucho más significativa de alguien con verdadero sobrepeso. Pero me hace reflexionar profundamente sobre los estándares del mundo de la moda y las personas en general, y en el futuro que nos aguarda. Cosificar a las mujeres de modo que seamos sólo una medida estándar, en el que se rechaza a quien no supere el baremo impuesto…

Me queda la esperanza del cambio. Me queda la esperanza de que cada vez más, las personas con sobrepeso nos aceptamos y nos vamos viendo más reflejadas en publicidad, blogs e Instagrams. Me llena de alegría ver los comentarios en este blog y saber que cada vez somos más y más visibles. ¡Quiérete mucho!