Eso dice la  última campaña de la firma Suistudio llamada Not Dressing Men (literalmente ‘no vestir a los hombres’) presentando una colección de trajes en varios colores y diferentes cortes para ellas. Las modelos posan al lado de hombres desnudos que completan la imagen como si formaran parte de la escenografía, o mejor dicho,  como un accesorio  más. La firma ha dicho que lo hace para llamar  a la reflexión del uso de los cuerpos en la publicidad. Vamos que en este caso ellos son el adorno, aunque yo he de decir que si han hecho el anuncio para vender trajes a mujeres, yo soy incapaz de mirar otra cosa que no sea al tío, por lo tanto, no me preguntéis si la ropa de chica es mona porque no la he visto. Así que no sé yo si el publicista va muy bien encaminado. O quizás no hay tanta mente enferma como la mía, todo puede ser.

El cambio de papeles  dicen que deja al descubierto una imagen que demuestra lo absurda que es la cosificación y que no tiene el mismo efecto comercial el cuerpo de un hombre desnudo.

Dicen estar cansados de mujeres posando semidesnudas, actitudes forzosamente ‘sexis’ que rozan el ridículo y demás situaciones que la industria publicitaria ha repetido a lo largo del tiempo. Pues bien, tiene razón, yo también estoy  muy cansada, prefiero ver a un hombre. Aunque yo no sé si está bien hacer ahora con los hombres lo mismo que llevamos años quejándonos de que hagan con nosotras. Pero vaya que si hay que hacerlo pues se hace, que  no me voy a poner en contra de ver culos de tíos.

Este hecho no ha sido bien recibido del todo en las redes sociales. Los usuarios de Twitter e Instagram critican la campaña de ‘Suistudio’ porque consideran que lo que representan no es bueno ni de un lado ni de otro. La firma, sin embargo, defiende que “es necesario presentarlo de forma directa para que se vea que no es lo correcto y moleste”. ¿Qué opináis?.

Esta firma no es la primera en cambiar los papeles de las modelos.

El pasado mes de julio, Jon Kortajarena aparecía desnudo y de espaldas junto a la modelo Natasha Poly para la campaña de Balmain y arriesgándose a que la vecina rubia matara a la chica, o por lo menos le pegara mil chicles en la melena.

Total que  como soy muy solidaria, si esto es lo que hay que hacer ahora para reivindicar a la mujer pues lo hago. De hecho ya les de dicho a mis amigos que si vienen a casa lo hagan en pelotas (sólo los del sexo masculino) y he puesto a mi novio aguantando una bombilla en un rincón del comedor, como lámpara de adorno, y para encenderla hay que tirarle de… (de ningún sitio, no seáis mal pensadas). Y hasta a mi perro que es macho le he enseñado a quedarse quieto durante horas para que parezca una figura de Lladró. A mi perra no porque es hembra, y bastante ha sufrido en la vida, cada vez que sale a la calle todos detrás de ella oliéndole sus partes e intentando montarla, así que ella al sofá conmigo y a disfrutar de las vistas.

Mi abuela que era muy creyente siempre me decía. “Hacer lo que hacen no es pecado”. Así que no sé si moralmente está bien cosificar al hombre, pero si ahora hay que hacerlo, Dios nos perdona fijo, y eso ya es algo. Y mientras nos aclaramos, pues a alegrarse la vista que tampoco viene mal.