Hace unos meses, mientras buceaba por Pinterest (soy yo muy de procrastinar por estos mundos de internet), llegué a una publicación que me hizo replantearme un montón de cosas. ¿Cómo es posible que nunca me hubiera parado a pensar en ello? Os juro que el descubrimiento de la existencia de una firma de lencería que ofrece ropa interior de color carne para todas los tonos de piel, hizo que me sintiera estúpida por no haberme dado cuenta hasta ese preciso instante de lo difícil que puede ser para una chica negra, mulata, india… encontrar unas medias que se mimetizaran con su color. Sabía que existen diferentes tonos de maquillaje que se adecuan a las distintas pieles, pero jamás me había planteado el tema de las bragas y los sujetadores. Es increíble como el privilegio de ser una mujer blanca y occidental hace que desaparezcan problemáticas tan evidentes; está claro que esto del body positive no trata solo del tamaño del cuerpo.
Parémonos a pensar en el concepto “nude” un momento. De base debería ser un concepto tan amplio como tonalidades de piel existan, pero no. Se ha tomado la decisión político-estética de que el nude sea un beige clarito muy fino e ideal para vestidos de fiesta. Esto es una discriminación muy sutil y muy injusta. Afortunadamente, son cada vez más marcas las que empiezan a concienciarse de esta realidad y a organizar campañas de concienciación.
Una de estas empresas lenceras es Naja. Su directora ejecutiva contaba a la revista Cosmopolitan, que se dio cuenta de esta situación viendo a la gimnasta artística Gabby Douglas con unos zapatos nude que no tenían nada que ver con el color de su piel, durante las Olimpiadas de 2012. Decidieron entonces ampliar su colección de ropa interior, ayudándose de una paleta de maquillaje buscando ser más inclusivos y representan al mayor número de mujeres posible. El resultado es una fantástica campaña de publicidad que, bajo el lema “Nude For All”, presenta una línea de ropa interior que consta de 10 tonos distintos de color piel y tallas desde la S a la XXL.
Seguí con mis investigaciones y con mi auto-cuestionamiento ético. Entonces llegué a una noticia de principios de abril en la que contaban que Christian Louboutin había decidido ampliar su colección de bailarinas Nude, incluyendo 7 tonalidades nuevas para que todas las mujeres puedan encontrar su color ideal. ¿Cómo se me había podido pasar algo tan molón?
El lema “Empoderar a la mujer, aceptar nuestro color” viene de la firma Nubian Skin, que también pretende re-definir la idea del color carne con su lencería. Esta iniciativa nace por la frustración que sentían su creadora, Ade Hassan, a la hora de encontrar opciones de ropa interior que se ajustara a su color de piel. Para ser consciente del alcance de esta propuesta hay que decir que tiene el respaldo de artistas de la talla de Beyonce que ha contratado a la marca para que proporcione la ropa interior a todos sus bailarines en su última gran gira que empezó el pasado 27 de abril y que pasará por Barcelona a principios de agosto.
Es importante que las marcas asuman que en la diversidad está el gusto y quieran romper con estereotipos rancios y demodé, que criminalizan otras realidades raciales, corporales, étnicas… La moda tiene que incluirnos a todas y a todos; debe ser un reflejo de la sociedad y no al revés. Y, desde luego, es imprescindible que ofrezca soluciones que se de adapten a las personas.
