Hay días en los que te levantas torcida y no te apetece NADA arreglarte. Ya sea por el síndrome premenstrual, porque la regla te está matando, el mal cuerpo, el cansancio o vete tú a saber qué, ese día, te lo pasarías en pijama y no precisamente en uno lencero.
En mi caso, por ejemplo, que por mi trabajo tengo que ir medianamente arreglada, esos días, resultan un verdadero suplicio. Me veo incapaz de empezar a ponerme collares, maquillaje, tacones altísimos y mil complementos. Sencillamente no puedo. Así que en esas ocasiones tengo mi fondo de armario particular, al que yo llamo: ropa para días pereza. Sí, esas prendas cómodas, pero que tienen un punto estiloso y que no necesitan mucho ornamento para obtener un buen look. Yo, personalmente, prefiero los vestidos, ya que te libran de tener que preocuparte por escoger varias prendas (sí, mi pereza la veces, llega a extremos inimaginables) o evitar otros tormentos, como las cinturas que aprietan cuando estás hinchada. Con los vestidos, te plantas las medias, unas botas o un zapato mono y a correr. Sobre todo, ahora en invierno.
Así que para esos días de máxima pereza estilística, os he preparado unos cuantos vestidos resultones y mega cómodos.
Como podéis ver, los vestidos clave para esta misión, son vestidos anchos, con corte cómodo, de manga larga y cada uno con un toque que lo hace diferente: tejido especial, cuello Peter Pan o corte asimétrico. De esta manera, a poco que lo complementemos con algún accesorio, tendremos un look que funciona y que no necesita mucho más.
