Está claro que desde hace unos pocos años, se escucha a menudo el paradigma de las «mujeres reales», cada vez más voces se unen para reivindicar ésta nueva estética en las modelos.
Sin embargo, ¿qué son exactamente las «mujeres reales»? Cuando empezó el boom de las mujeres reales, cuando apenas tenía repercusión más que en algún anuncio aislado (todos recordamos el clásico de Dove), apenas se oían críticas hacia esa nueva visión de la belleza. Sin embargo, a día de hoy parece que está tomando fuerza, cada vez se promocionan más modelos plus size y cada día aparece una nueva campaña de alguna firma que utiliza a las modelos más voluptuosas que encuentran. Y a raíz de eso, empiezo a escuchar críticas, que van aumentando paulatinamente, he de decir que la mayoría por parte de mujeres delgadas que probablemente no tienen problema para lucir una talla S. Tal como yo lo veo, si este nuevo estereotipo de belleza avanza, dentro de un tiempo las delgadas serán las nuevas gordas. Muchas de ellas empezarán a sufrir lo que han sufrido las chicas con sobrepeso las últimas décadas, y entonces puede que se lleven las dietas para engordar. Ya casi lo puedo visualizar en las portadas de todas las revistas femeninas: «Consigue las curvas que te faltan en tan sólo diez pasos», «aumenta una talla con esta dieta», «¿A falta de una buena trasera? Estos ejercicios harán que Kim Kardashian desee estar en tus pantalones».
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¿Soy la única que cree que todo esto es sólo una cortina de humo para seguir imponiendo cánones a las mujeres? Tampoco han cambiado tanto. Quiero decir, ¿cuál es la diferencia? ¿Que ahora empiezan a coger impulso las modelos con 15 kilos más que antes? Eso está genial, es magnífico que empiecen a mostrarse modelos de todo tipo, no sólo de uno, y que las chicas con tallas más allá de la 40 encuentren ropa. Pero no debemos perder de vista que, hasta la fecha, todas las modelos de «tallas grandes», o «curvy» como les gusta llamarlo, siguen estando retocadísimas. Siguen pasando por capas de photoshop hasta eliminar cualquier rastro de estrías, varices, cicatrices, acné o cualquier otra imperfección. Siguen cumpliendo una serie de cánones, solo que se les han añadido unos kilos para hacernos creer que bueno, si estás gorda no estás sola.
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¿ESO es REAL? ¿A qué estamos llamando «belleza real»? ¿Cuántas de vosotras presumís de cero imperfecciones? A lo único que se le da importancia es a si estás delgada o estás gorda, pero el punto sigue exactamente en el mismo sitio, y es: da igual los kilos que tengas, sigues teniendo que ser perfecta. Necesitas esa cara de muñeca, ese pelo de sirena y esa piel de porcelana.
No me malinterpretéis, para mi es maravilloso ver que ya no hay que estar por debajo de tu IMC para que te consideren bonita. Yo misma he sufrido durante prácticamente toda mi vida por los cánones que había (y sigue habiendo) impuestos, cosa que a mi y a muchas chicas que conozco -más de las que me gustaría- nos ha llevado incluso a la enfermedad. Es un gran avance y siempre reivindicaré una belleza entrada en carnes, con algún kilo -que no obesidad-, cartucheras o grandes muslos, que es como están la mayoría de mujeres de edad media (hablo de mujeres, no de adolescentes). Pero también hay que desviar la vista hacia ese colectivo que tal vez tenga un metabolismo genial que quema todo lo que ingiere y que las mantiene siempre delgadas. Probablemente ellas se estén sintiendo atacadas porque hasta ahora cumplían ciertas exigencias para estar a gusto en su piel, y ahora se les está arrebatando. Ahora se les está diciendo que deben tener más culo, más muslos, más pecho y más carne para estar buenas; y sin tener en cuenta que quizá su metabolismo les impide ser así, tampoco deberían de querer cambiar su cuerpo de toda la vida porque hay un nuevo prototipo.
Hay tantos cuerpos como personas hay en el mundo. Y ninguna merece sentirse inferior, acomplejada o insuficiente por culpa de lo que los de arriba nos digan que es «correcto». Nadie debe decirte cómo tienes que ser para merecer aceptación, respeto o amor. Y yo digo: si quieren bellezas reales, que dejen de crear personajes ficticios y perfectos a golpe de bisturí o de capas de photoshop. Que dejen las estrías donde están, que la flacidez siga siendo flácida, que las varices no desaparezcan por arte de magia y que la celulitis haga acto de presencia. ESO es real, y todos los cuerpos lo tienen, independientemente de la talla que lleven.

Autor: Dafne Gorelust