Soy y seré una persona de peso yoyo que va y viene, y a modo de recordatorio de mis constantes idas y venidas tengo a las amigas estrías por ahí arañándome la piel cual Lobezno cabreado. Hace unos dos meses más menos me miré al muslamen y casi me caigo para atrás: ¿cuándo vinieron estas señoras? ¿Cuánto van a quedarse? Ambas preguntas tienen una respuesta muy difusa, o más bien tenían, hasta que encontré un remedio que, aunque no es definitivo al 100%, me ha ayudado muchísimo.

Y es, ni más ni menos, que el aceite de almendras dulces, en este caso el de la marca Lixoné.

Este aceite es 100% natural, no tiene conservantes, colorantes ni perfumes y esta es la información que podemos leer de él en su página:

Posee una actividad hidratante, acondicionadora y emoliente de la piel que mejora su elasticidad y suavidad y retrasando la aparición de arrugas. Ideal para las grietas de los pies y las manos, antes y después del embarazo para evitar la formación de estrías, piel de bebés y pezones de las mujeres en período de lactancia.

Además, tiene un vaporizador que nos permite dosificar muy bien las dosis y no ponernos de más para no parecer que nos vamos a un concurso playero chungo americano. Porque no, no necesitamos más que una dosis para cubrir una zona bastante grande de piel, ya que luego lo importante es masajear la zona e intentar que se absorba la mayor cantidad de aceite posible.

Pues bien, confirmo que ayuda y mucho para las estrías y la hidratación de la piel en general. Como os digo la usé durante unos dos meses, quizá algo más, todos los días, y combinado con un poco de ejercicio diario (no hice deporte en sí pero sí bastante ejercicio en mis actividades laborales diarias) me ha servido para pasar de esto:

A esto, a día de hoy:

Como veis, aunque la iluminación me ha ayudado un poco en esta foto, se ve una tenue marca ahí donde estaban las señoras estrías, pero vamos, nada comparado a lo que tenía. Además, desde hace unos días lo vengo usando para una dermatitis feota que me sale alrededor de los labios y noto que cada día me va un poco mejor al ser 100% natural y no tener ningún tipo de aditivo químico, ya que las pieles atópicas no suelen tolerar los potingues normales.

 Así que, si como yo queréis disimular y evitar estrías y ver cómo vuestra piel se ve cada día mejor, os recomiendo este tipo de aceites encarecidamente. ¡Os van a encantar!

 

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